Nacido en 1962 en el campamento de refugiados de Jan Yunis, Sinwar forjó su perfil de férreo islamista durante sus estudios en la Universidad Islámica de Ciudad de Gaza
El ejército israelí ha confirmado este jueves la muerte de Yahya Sinwar, el poderoso líder de Hamás y cerebro de los ataques del 7 de octubre de 2023, en una operación militar en Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Su muerte marca un punto de inflexión en el conflicto que ha dejado más de 42.000 palestinos muertos en el último año.
El final de una cacería de más de un año
Sinwar, de 62 años, murió el miércoles durante el ataque de un tanque contra un edificio en Rafah, donde un dron identificó a varios milicianos. Las autoridades israelíes confirmaron su identidad mediante pruebas de ADN, aprovechando las muestras disponibles de sus más de dos décadas en prisiones israelíes. Las imágenes del cadáver, difundidas por militares israelíes, muestran un rostro reconocible pese a graves heridas craneales.
Del cautiverio al liderazgo
Nacido en 1962 en el campamento de refugiados de Jan Yunis, Sinwar forjó su perfil de férreo islamista durante sus estudios en la Universidad Islámica de Ciudad de Gaza. Su ascenso en Hamás lo llevó a dirigir la unidad de seguridad interna, hasta su arresto en 1988. Condenado a cuatro cadenas perpetuas, no por matar israelíes sino por ejecutar a palestinos acusados de colaboracionismo, pasó 23 años en prisión.
Su fallecimiento en Rafah, lejos de los túneles donde se le creía escondido, pone fin a la vida de quien aspiró a ser un «Saladino moderno»
Durante su cautiverio, Sinwar no desperdició el tiempo: aprendió hebreo, estudió el sionismo y escribió una novela titulada «La espina y el clavel». Su liberación llegó en 2011, como parte del intercambio de 1.027 prisioneros palestinos por el soldado israelí Gilad Shalit.
Arquitecto del ataque más letal contra Israel
Bajo su liderazgo desde 2017, Hamás ejecutó el ataque más sangriento en la historia de Israel. El 7 de octubre de 2023, los militantes de Hamás mataron a aproximadamente 1.200 personas y secuestraron a otras 250. Una de las rehenes liberadas, Yocheved Lifshitz, de 85 años, relató su encuentro con Sinwar en los túneles de Gaza, donde le increpó por atacar a defensores de la paz.
Impacto político y reacciones internacionales
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu celebró la muerte como un logro significativo: «Hoy hemos saldado cuentas. Hoy el mal ha recibido un golpe, pero nuestra tarea aún no se ha completado». El presidente estadounidense Joe Biden calificó la muerte de Sinwar como «un buen día para Israel, Estados Unidos y el mundo», mientras que la vicepresidenta Kamala Harris señaló que podría ser una oportunidad para «finalmente acabar la guerra».
Consecuencias para el conflicto
La eliminación de Sinwar representa el último golpe a la cúpula de Hamás, tras las muertes de Ismail Haniye en Teherán y Mohamed Deif, jefe militar de la organización. Sin embargo, la guerra continúa: el mismo día de su muerte, un bombardeo israelí sobre una escuela en el campo de refugiados de Yabalia causó al menos 19 víctimas civiles, mientras que cinco soldados israelíes de la Brigada Golani perecieron en el sur del Líbano.
Las familias de los rehenes han aprovechado el momento para instar a convertir este logro militar en un avance diplomático que permita la liberación de los 101 cautivos restantes. La muerte de Sinwar podría abrir una nueva fase en el conflicto, aunque el primer ministro Netanyahu ha dejado claro que la operación militar continuará hasta alcanzar todos sus objetivos.
Su fallecimiento en Rafah, lejos de los túneles donde se le creía escondido, pone fin a la vida de quien aspiró a ser un «Saladino moderno» pero terminó, en palabras del ministro de Defensa israelí Yoav Gallant, «siendo golpeado, perseguido, huyendo para salvar su vida, sin estar al mando de su organización y solo cuidándose a sí mismo».