Nicolás Maduro se aseguró de tener todas las fichas del juego a su favor. Con una «victoria» que podría tener un sabor muy amargo, parece haber asegurado seis años más de un sistema que inició Hugo Chávez, y que cada vez más con el paso de los años muestra su desfase.
El 51% de los electores, según el Colegio Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, dio su voto a Maduro, mientras que un 44% lo hizo por Edmundo González, candidato de la oposición; en medio queda un 7% de votos nulos o en blanco.
El anuncio del CNE se produjo más de seis horas después de haber cerrado los colegios electorales del país sudamericano, en donde la oposición denunció presiones del oficialismo contra los testigos en cada mesa, para que no pudieran presenciar el recuento de sufragios.
Otra denuncia fue el sesgo en el voto de los venezolanos en el extranjero, contabilizado en más de 8 millones de personas; sin embargo, el CNE solo habilitó a 69 mil venezolanos residentes fuera del país para ejercer el voto este domingo.
Tampoco se permitió a una delegación de presidentes y expresidentes latinoamericanos atestiguar los comicios. El vuelo fue detenido en Panamá, luego que el gobierno de Maduro anunciara el cierre de su espacio aéreo. Los ex mandatarios criticaron en duros términos la situación.
Una vez conocidos los resultados, los gobiernos de Panamá, Estados Unidos, Argentina, Chile, Perú, Guatemala y Costa Rica desconocieron este lunes la reelección de Nicolás Maduro para un nuevo mandato presidencial; sin embargo, Xiomara Castro de Zelaya, presidenta de Honduras y el presidente de Bolivia, Luis Alberto Arce, felicitaron a Maduro por «una victoria limpia».
¿Qué sigue para Venezuela después de esto? Contrario a lo que algunos sectores habían vaticinado, las elecciones venezolanas transcurrieron en relativa calma, esto da una idea del clima que se vive en el país, que más allá de sus diferencias, coincide en no llegar a la violencia.
Entretanto, la comunidad internacional prepara un envión diplomático para que haya un nuevo recuento de votos; sin embargo, Venezuela ha sido clara en señalar que no permitirá «ingerencias externas» en «unas elecciones que se realizaron ante la vista de todos».
Todo indica que Venezuela vivirá en los próximos días horas de mucha tensión e incertidumbre.