Desperdicio de alimentos: un reto global y un golpe en América Latina

Cuando estás ante un plato rebosante de comida, ¿alguna vez te detienes a pensar en todo lo que se desperdicia en el camino? La pérdida y el desperdicio de alimentos es un problema mundial de enormes proporciones, y América Latina no es la excepción. Cada año, una cantidad significativa de alimentos termina en la basura, mientras millones de personas padecen hambre en todo el mundo. De hecho, se calcula que un tercio de todos los alimentos producidos para consumo humano se desperdicia cada año, lo que equivale a cerca de 1.3 billones de toneladas. Además, se destaca que gran parte de este desperdicio se produce en las etapas de producción y postcosecha, pero también existe un desperdicio significativo en los hogares y en la industria de servicios alimentarios. Pero ¿qué significa realmente esta estadística y cómo se refleja en América Latina?

Un Mundo de Desperdicio

La pérdida de alimentos es un asunto que debe preocuparnos a todos. Es el reflejo de un sistema alimentario imperfecto y tiene serias repercusiones en la economía, el medio ambiente y la sociedad.

  1. Impacto económico: La pérdida de alimentos representa un desperdicio impresionante de recursos. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que la comida desperdiciada cada año ronda las mil 300 toneladas métricas y tiene un valor económico de aproximadamente mil millones de dólares. Si no se toman los correctivos pertinentes, para el año 2030 la pérdida alcanzará los 2 mil 100 millones de toneladas métricas, con un valor de unos mil 500 millones.
  2. Impacto medioambiental: El desperdicio de alimentos también tiene un grave impacto medioambiental. La producción de alimentos que nunca se consumen genera alrededor del 8 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
  3. Impacto social: Finalmente, en un mundo donde aún hay alrededor de 800 millones de personas que pasan hambre, el hecho de que tanta comida se desperdicie es simplemente inaceptable.

Causas y formas de desperdicio de alimentos

El desperdicio de alimentos puede atribuirse a diversas causas y se manifiesta en diferentes formas a lo largo de la cadena de suministro. Entre las principales causales se encuentran la sobreproducción y sobrecompras, los problemas de logística y distribución, los estándares estéticos y de calidad exigidos por los mercados, las prácticas inadecuadas de almacenamiento y manipulación, así como el comportamiento de los consumidores. Es importante destacar que el desperdicio de alimentos no solo tiene un impacto negativo en la seguridad alimentaria y la economía, sino también en el medio ambiente, debido a la generación de emisiones de gases de efecto invernadero y la pérdida de los recursos utilizados para producirlos.

Entre los renglones en los que las pérdidas son mayores destacan las frutas y verduras, con un 45 por ciento; las raíces y tubérculos, igualmente con otro 45 por ciento; los pescados y mariscos, con un 35 por ciento; y las carnes que, con un 20 por ciento, equivale a perder 75 millones de vacas.

El ciclo de las pérdidas

  1. Producción y cosecha: En esta etapa, los alimentos son cultivados y recolectados de los campos. Aquí se producen pérdidas debido a la falta de cosecha oportuna, la selección de productos solo por su apariencia estética y la no utilización de técnicas adecuadas de recolección. Estas pérdidas pueden representar alrededor del 5 al 15 por ciento de la pérdida total de alimentos.
  2. Manipulación y procesamiento post-cosecha: Después de la cosecha, los alimentos pasan por diferentes procesos como la limpieza, clasificación, empaque y transporte hacia los centros de distribución o procesamiento. Durante esta etapa, pueden ocurrir pérdidas debido a una manipulación inadecuada, daños físicos, falta de infraestructura adecuada de almacenamiento y transporte, y la falta de control de temperatura y humedad. Las pérdidas en esta etapa pueden oscilar entre el 5 y el 20 por ciento de lo que se pierde globalmente.
  3. Distribución y comercialización: En esta etapa, los alimentos son enviados a los minoristas, supermercados, restaurantes y otros puntos de venta. Las pérdidas pueden ocurrir debido a la falta de eficiencia logística, la falta de infraestructura de transporte refrigerado, los rechazos basados en estándares estéticos y de calidad excesivamente estrictos y la sobreoferta en el mercado. Estas pérdidas pueden representar alrededor del 10 al 25 por ciento del desperdicio de alimentos.
  4. Consumo y hogares: Aquí es donde los alimentos llegan a las mesas de los consumidores. Las pérdidas pueden ocurrir debido a una mala planificación de las compras, la falta de conocimiento sobre la correcta manipulación y almacenamiento de alimentos, la preferencia por productos frescos en lugar de aprovechar aquellos que están próximos a vencer su fecha de caducidad y el desecho de sobras y alimentos no utilizados. Estas pérdidas pueden oscilar entre el 15 y el 30 por ciento del total de las pérdidas.

Desperdicio de Alimentos en América Latina

En América Latina, la pérdida de alimentos es especialmente preocupante. Según la FAO, la región desperdicia alrededor del 11.6 por ciento de sus alimentos, una cifra que asciende a 220 millones de toneladas al año, lo cual es alarmante si consideramos que aproximadamente 56.5 millones de personas en la región son castigadas por el hambre.

El desperdicio de alimentos contribuye a la perpetuación de la inseguridad alimentaria en la región, ya que se desperdician alimentos que podrían haber sido destinados a cubrir las necesidades de las poblaciones más vulnerables. Además, esta pérdida tiene un impacto directo en el aumento de los precios de los productos alimentarios, lo que afecta especialmente a las personas de bajos ingresos que destinan una gran parte de su presupuesto a la compra de alimentos.

Desde una perspectiva económica, el desperdicio de alimentos también implica una pérdida de recursos financieros para los agricultores, productores y empresas de la cadena de suministro. Estos recursos podrían haber sido invertidos en el desarrollo de nuevas tecnologías agrícolas, la mejora de infraestructuras o la generación de empleo en el sector alimentario. Además, el desperdicio de alimentos en América Latina tiene un alto costo. No es solo la comida la que se desaprovecha, sino también los recursos utilizados para producirla, como el agua, la tierra y la energía. Además, el desperdicio de alimentos contribuye al cambio climático, ya que los alimentos que se descomponen en los vertederos liberan metano, un potente gas de efecto invernadero.

En definitiva, la cantidad de alimentos desperdiciados en América Latina adquiere una mayor relevancia cuando se compara con la cantidad total de alimentos producidos en la región. Según datos de la FAO, América Latina es una de las regiones más productivas en términos agrícolas, con una producción de alimentos que supera los 500 millones de toneladas al año. Por lo tanto, el desperdicio del 11.6 por ciento representa una pérdida significativa de recursos y esfuerzos productivos.

¿Qué se puede hacer?

Entonces, ¿cómo podemos combatir la pérdida de alimentos a nivel mundial y en América Latina? Aunque el problema es complejo, existen varias soluciones posibles:

  1. Innovación tecnológica: Implementar nuevas tecnologías puede ayudar a mejorar la eficiencia en la cadena de suministro y reducir la pérdida de alimentos.
  2. Educación y sensibilización: Es fundamental concienciar a la población sobre el problema del desperdicio de alimentos y cómo cada uno puede contribuir a su solución.
  3. Políticas públicas eficaces: Los gobiernos tienen un papel crucial que desempeñar, a través de la creación de políticas que promuevan la reducción del desperdicio de alimentos y la sostenibilidad alimentaria.
  4. Iniciativas de empresas y consumidores: Tanto las empresas como los consumidores pueden tomar medidas para reducir el desperdicio de alimentos, ya sea mejorando sus prácticas o cambiando sus comportamientos de consumo.

Preguntas frecuentes

  • ¿Cuánta comida se desperdicia a nivel mundial cada año? Se estima que alrededor de un tercio de todos los alimentos producidos para consumo humano, es decir, 1.3 billones de toneladas, se desperdicia cada año.
  • ¿Cuál es el impacto del desperdicio de alimentos en el medio ambiente? La producción de alimentos que nunca se consumen genera alrededor del 8 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.

Si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero después de China y Estados Unidos. La pérdida y el desperdicio de alimentos son problemas serios que requieren nuestra atención inmediata. A nivel mundial, y particularmente en América Latina, necesitamos tomar medidas para reducir la cantidad de alimentos que se desperdician cada día: resulta imperdonable que en esta parte del mundo cada persona desperdicie 223 kilogramos de alimentos cada año.

A través de la innovación, la educación, las políticas públicas efectivas y las iniciativas individuales, podemos lograr un sistema alimentario más sostenible y equitativo. Es hora de tomar acción y asumir nuestra responsabilidad en este desafío global.

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