«La resolución fue adoptada por un margen muy claro y expresa las graves preocupaciones por la crisis humanitaria y de Derechos Humanos actual en Ucrania, en particular las informaciones de violaciones flagrantes y sistemáticas de Derechos Humanos y Derecho Humanitario Internacional por parte de Rusia», ha valorado el Servicio de Acción Exterior, que dirige Josep Borrell, en un comunicado.
Para la UE, la suspensión de los derechos como miembro del Consejo de Derechos Humanos es «necesaria» para mantener la integridad del órgano y demuestra la voluntad de la comunidad internacional de actuar ante la situación en Ucrania.
«Es hora de que el Gobierno ruso escuche la voz de la Asamblea General de Naciones Unidas y las peticiones del secretario general y pare esta guerra y ponga fin inmediatamente a este sufrimiento humano sin sentido», ha recalcado la diplomacia europea.
En este sentido, ha subrayado que las violaciones cometidas por Rusia en el país vecino piden una respuesta internacional unida y las últimas votaciones en Naciones Unidas muestran la «clara determinación de la comunidad internacional de que Rusia rinda cuentas».
La iniciativa salió este jueves adelante con 93 votos a favor y 24 en contra, mientras que 58 miembros se abstuvieron varios más directamente no se han pronunciado.
El Kremlin ha replicado que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU «pierde» con la expulsión de Rusia. «No le da ningún valor agregado al Consejo. Al contrario, pierde en esta situación», ha asegurado en rueda de prensa, según ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
Peskov ha aludido a los países considerados «amigos» de Rusia que votaron a favor de la expulsión, como Serbia y Hungría, y ha matizado que el Kremlin «simpatiza» con ellos.