El trasbordo de contenedores ha sido la estrella de la pandemia no solo por ser clave en el abastecimiento de insumos esenciales para el combate del covid-19. También ha contribuido en medio de la pandemia al crecimiento económico y social de Panamá.
Durante el primer trimestre de este año hubo un movimiento de dos millones de contenedores, lo que representó un crecimiento del 8,6% en referencia al mismo periodo del 2020. Ese incremento generó 500 nuevos empleos y $25 millones en ingresos al Estado. Las proyecciones son que el trasbordo va a continuar creciendo hasta superar este año los ocho millones de contenedores.
Hay que tomar en cuenta que el trasbordo de contenedores ha generado al Estado panameño más de $2,100 en los últimos 24 años.
En medio de la pandemia, el trasbordo de contenedores creció hasta registrar al final del 2020 un incremento del 8,8%, en relación con el año anterior, según cifras oficiales de la Autoridad Marítima de Panamá.
Aunque la pandemia llevo a un cierre en la mayoría de las actividades productivas y de servicios, las operaciones del Canal, los puertos y la cadena logística interna se incrementaron.
La pandemia estimuló el trasbordo de contenedores, acompañado por el acelerado crecimiento en el transporte de insumos, equipo médico, alimentos y cargas para las industrias vitales.
De los dos millones de contenedores que movieron los distintos concesionarios portuarios durante el primer trimestre, el 42% correspondió a los puertos de Panama Ports Company (PCC), una de las empresas concesionarias que ha estado más activa en la pandemia y en sus aportes al Centro de Vacunación que la Teletón 20-30 y al sistema de salud pública nacional.
Resulta sorprendente observar cómo ha evolucionado el sector portuario al pasar de mover unos 200,000 contenedores hace 24 años a los actuales 7.8 millones contenedores.
La idea original, tras su reversión a Panamá en 1979, fue crear un centro puerto para promover las terminales de Balboa y Cristóbal y el ferrocarril transístmico para promover su oferta portuaria al mundo. Las concesiones portuarias de finales de la década de 1990 y la posterior ampliación de Canal, han sido claves para aprovechar la privilegiada posición geográfica del país.
En ese desarrollo cabe destacar que en la industria marítima de Panamá sobresalen el Canal, especializado en el tránsito de barcos, cinco puertos de trasbordo de contenedores y la venta de combustible a barcos. En términos logísticos en Panamá hay dos canales. Por un canal pasan barcos y, por el otro, contenedores.
En cuanto a los puertos, están enlazados con la red ferroviaria y de camiones que une las dos riberas de la vía acuática. El ferrocarril mueve el 17% de los contenedores que pasan por Panamá. El 90%, es carga de trasbordo que no se queda en Panamá.
El sistema portuario nacional enfrenta el desafío de crecer como un centro de trasbordo de contenedores y consolidarse como el Hub Logístico de las Américas. Eso significa pasar de los actuales 10,000 empleos, a generar hasta 150,000.
El país tiene la mejor ubicación y debe explotarla al máximo y en forma planificada. En lugar de limitar la industria marítima, desde el sector oficial deben crearse leyes que le permitan crecer. Panamá tiene condiciones para entrar en el ranking mundial. Actualmente el primer lugar en Asia lo tiene Singapur con un movimiento de 35 millones de contenedores. En el Medio Oriente, Dubái, y en Europa, Rotterdam, manejan unos 15 millones de teus anuales. Para competir con los grandes, Panamá debe mover 15 millones de contenedores cada año.
Actualmente, el país cuenta con el más exitoso y desarrollado sistema de trasbordo de contenedores de América Latina. La pregunta es, ¿qué hacer para que venga más carga a Panamá?
Para comenzar, entre más económicos sean los puertos panameños, atraerán más carga de trasbordo. En materia portuaria hay competencia y otros desarrollos portuarios en países vecinos y cercanos. Hacer caros los puertos, es atentar contra el Hub Logístico de las Américas en el que debe convertirse Panamá en la próxima década.
Debe contarse, al mismo tiempo, con una iniciativa público-privada para mantener las navieras que están en el país, atraer nuevas inversiones portuarias. En forma paralela, los operadores portuarios deben contar con seguridad jurídica como contraprestación a sus inversiones.
El autor es economista.