La tormenta tropical Alberto, el primer ciclón de la temporada 2024 en México, tocó tierra esta mañana cerca de Tampico, desatando lluvias torrenciales y fuertes vientos en varios estados del país. La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) informó que el sistema se encuentra actualmente a 25 kilómetros al norte de Panuco, Veracruz, y a 45 kilómetros al oeste de Tampico, Tamaulipas, desplazándose hacia el oeste e internándose en territorio mexicano.
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés), Alberto avanza con vientos sostenidos de 72 km/h. La tormenta, que se formó ayer a 250 kilómetros al este-noroeste de Cabo Rojo, Veracruz, y a 300 km al este de Tampico, Tamaulipas, ha extendido su influencia a lo largo de la costa este de México, desde Quintana Roo hasta Tamaulipas.
La CONAGUA advierte que, debido a la amplia circulación de Alberto, se prevén lluvias puntuales torrenciales en Coahuila, Hidalgo, Nuevo León, Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas y Veracruz. Además, se esperan lluvias intensas en Campeche, Chiapas, Oaxaca, Querétaro, Quintana Roo, Tabasco y noreste de Zacatecas, así como precipitaciones muy fuertes en Guanajuato, Tlaxcala y Yucatán. La Ciudad de México y Morelos también podrían experimentar chubascos.
Las autoridades han alertado sobre la posibilidad de descargas eléctricas y granizo, lo que podría generar deslaves, incremento en los niveles de ríos y arroyos, así como desbordamientos e inundaciones en las zonas mencionadas. Se ha instado a la población, turistas y navegantes a extremar precauciones ante las lluvias, viento y oleaje elevado, y a seguir las recomendaciones del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y Protección Civil.
El impacto de Alberto ya se ha hecho sentir en la región. En Corpus Christi, Texas, se registró una marejada ciclónica de 1 metro el jueves por la mañana, según datos de la NOAA. A lo largo de la costa se han observado marejadas de 30 a 60 cm. El experto en huracanes Michael Lowry señaló que, en un momento dado el miércoles, el campo de vientos de Alberto fue el mayor de cualquier tormenta tropical del Golfo de México desde 2004.
La tormenta ha cobrado vidas en México. En el estado de Nuevo León, el gobernador Samuel García informó sobre la muerte de tres menores de edad como consecuencia de las fuertes lluvias. Dos de estos fallecimientos ocurrieron en el municipio de Allende, donde los menores recibieron una descarga eléctrica cuando viajaban en una bicicleta bajo la lluvia. El tercer caso se registró en Monterrey, donde un joven se ahogó en el río La Silla.
Ante la gravedad de la situación, las autoridades han tomado medidas preventivas. En Nuevo León y Coahuila, se han suspendido las clases debido a las previsiones de lluvias e inundaciones. El gobernador García también anunció la suspensión temporal del trabajo, el transporte y la circulación en Nuevo León desde las 22:00 horas del miércoles hasta el mediodía del jueves hora local, manteniendo operativos los hospitales y refugios.
En Tamaulipas, las escuelas permanecerán cerradas durante el resto de la semana debido a la posibilidad de inundaciones localizadas. El secretario de Recursos Hidráulicos del estado, Raúl Quiroga Álvarez, ha minimizado el riesgo que supone Alberto en términos de vientos, centrándose en cambio en la esperanza de que la tormenta alivie la sequía que ha afectado a la región.
De hecho, la llegada de Alberto ha sido recibida con cierto optimismo por algunos residentes en áreas afectadas por la sequía. Blanca Coronel Moral, residente de Tampico, expresó su gratitud por la lluvia, señalando que la laguna que provee agua potable a la ciudad estaba completamente seca.
Sin embargo, las autoridades advierten que la situación podría empeorar. El Centro Nacional de Huracanes pronostica que algunas partes de la costa de Texas podrían recibir de 13 a 25 centímetros de lluvia, con la posibilidad de que zonas aisladas reciban aún más. En México, algunas áreas montañosas podrían registrar hasta 50 centímetros de lluvia, lo que podría provocar aludes e inundaciones repentinas, particularmente en los estados de Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León.
La tormenta también está afectando a Estados Unidos. En el sur de Texas, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) ha advertido sobre el riesgo de inundaciones por los aguaceros. Ya se han registrado inundaciones en carreteras y corrientes peligrosas, así como trombas de agua en el mar.
Las autoridades mexicanas han establecido una nueva zona de prevención por efectos de tormenta tropical, desde la desembocadura del Río Grande hasta Tecolutla, Veracruz. Se insta a la población a mantenerse informada a través de los canales oficiales de CONAGUA y el SMN.
Mientras tanto, los meteorólogos advierten que los trópicos se mantendrán activos incluso después de que Alberto se mueva tierra adentro sobre México. Se están observando otras dos áreas de posible desarrollo tropical en los próximos días. Una se encuentra cerca del norte de las Bahamas hasta el este de Florida, y podría convertirse en una depresión tropical antes de llegar a la costa del noreste de Florida o Georgia el viernes. Otro sistema podría formarse en la misma zona del Golfo de México donde se originó Alberto, comenzando sobre el sureste de México y el norte de Centroamérica el viernes y adentrándose en la Bahía de Campeche el sábado.
Se espera que Alberto pierda fuerza rápidamente al internarse en tierra y se disipe el jueves. Sin embargo, su impacto en términos de lluvias e inundaciones podría persistir durante varios días más. Las autoridades continúan monitoreando la situación y urgen a la población a mantenerse alerta y seguir las indicaciones oficiales para garantizar su seguridad.
En conclusión, la tormenta tropical Alberto representa un desafío significativo para México y el sur de Texas, combinando amenazas de inundaciones y fuertes vientos con la esperanza de aliviar la sequía en algunas regiones. La respuesta coordinada de las autoridades y la precaución de los ciudadanos serán cruciales para mitigar los efectos adversos de este primer ciclón de la temporada 2024.