El partido entre los Cachorros de Chicago y los Angelinos de Los Ángeles, jugado este miércoles en la noche en Anaheim, tuvo un ribete particularmente histórico para de béisbol panameño.
Miguel Amaya, novato receptor de los Cachorros, se enfrentó dos veces en el partido al abridor y compatriota Jaime Barría, un evento singular para la presencia panameña en el béisbol de las Grandes Ligas.
No es la primera vez que un lanzador y un bateador de nuestro país coinciden en una acción de juego dentro de un encuentro de las Ligas Mayores de los Estados Unidos.
Debe recordarse la Serie Mundial del año 2009, entre los Yanquis de Nueva York y los Filis de Filadelfia, cuando el cerrador y miembro del Salón de la Fama de las Grandes Ligas, Mariano Rivera, se enfrentó al chiricano Carlos «Calicho» Ruiz.
El encuentro del miércoles último tuvo también sus singularidades. En el segundo episodio, Barría retiró a Amaya en elevado a la segunda base, pero el nativo de la Península de Azuero tomó revancha en el quinto tramo, sonando un tablazo al jardín izquierdo contra el de la ciudad capital, remolcando una carrera para los Cachorros.
Barría se fue sin decisión en el partido, en el que los Angelinos anotaron cuatro carreras en la parte baja del sexto episodio, para ganar 6-2 el encuentro. Trabajó en cinco episodios, permitiendo dos carreras limpias, tres imparables (entre ellos el de Miguel Amaya), dando solo una base por bolas y ponchando a tres contrarios, para dejar su balance en 2-2 y efectividad de 1.85.
Mientras tanto, Amaya, de 24 años y quien hizo su estreno esta temporada en las Grandes Ligas, jugó en la receptoría durante todo el partido, sonando de 3-1, con una carrera remolcada, colocando su promedio ofensivo de 2.92, con un cuadrangular y cinco carreras producidas.