El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha anunciado este miércoles una «movilización parcial» de la población en plena guerra en Ucrania, donde las fuerzas rusas han sufrido varios varapalos en las últimas semanas a raíz de una serie de contraofensivas de las tropas ucranianas.
El mandatario ha explicado que las actividades relativas a esta movilización arrancarán este mismo miércoles y ha resaltado que sólo los reservistas, principalmente aquellos con experiencia, serán llamados a filas, según ha informado la agencia rusa de noticias TASS. Antes de ser enviados a sus unidades, recibirán entrenamiento adicional.
Putin ha dirigido su discurso «a todos los ciudadanos del país», «al pueblo de la gran patria, a todos los unidos por la gran Rusia histórica» y a los «residentes en las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk y las regiones de Jersón y Zaporiyia y otras áreas liberadas del régimen neonazi (en referencia al Gobierno de Ucrania)»,
«Hablaremos de las medidas necesarias y urgentes para proteger la soberanía, la seguridad y la integridad territorial de Rusia, de apoyar el deseo y la voluntad de nuestros compatriotas de determinar su futuro y de la política agresiva de parte de las élites occidentales, que luchan con todas sus fuerzas para mantener su dominio», ha explicado.
Putin ha argumentado que las autoridades rusas «no tienen derecho a dejar que la gente que vive en Ucrania, cerca de la frontera, sea destrozada por ejecutores» y ha prometido apoyo a los referéndums anunciados por las autoridades prorrusas de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk, Lugansk y las regiones de Jersón y Zaporiyia.
«Los parlamentos de las repúblicas populares en el Donbás, así como las administraciones militares y civiles en Jersón y Zaporiyia han decidido celebrar referéndums sobre el futuro de esos territorios y han venido a nosotros con una petición de apoyo. Haremos lo posible para dar condiciones de seguridad para que se celebren referéndums y la población exprese su voluntad», ha indicado.
«Apoyaremos la decisión sobre su futuro, que será adoptada por la mayoría de los residentes de las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk –cuya independencia reconoció días antes de iniciar el 24 de febrero la ofensiva militar contra Rusia– y las regiones de Zaporiyia y Jersón», ha reseñado.
«CHANTAJE NUCLEAR»
Por otra parte, ha advertido a aquellos países que llevan a cabo «chantaje nuclear» contra Moscú de que «el viento podría soplar en su dirección», al tiempo que ha denunciado que «el objetivo de Occidente es debilitar, dividir y finalmente destruir» Rusia.
«No hablamos únicamente de los ataques con artillería contra la central nuclear de Zaporiyia, que son incitados por Occidente y amenazan con una catástrofe nuclear, sino también de las afirmaciones de algunos altos cargos de los principales países de la OTAN sobre la posibilidad y lo aceptable que sería usar armas de destrucción masiva contra Rusia», ha planteado.
«Quiero recordar a los que se permiten hacer esas declaraciones sobre Rusia que nuestro país también tiene diversos medios de destrucción y que algunos componentes son más modernos que aquellos con los que cuentan los países de la OTAN», ha advertido. «Ante una amenaza a la integridad territorial de nuestro país, para proteger a Rusia y a nuestro pueblo, usaremos todos los medios a nuestra disposición. No es un farol. Lo repito. Todos los medios a nuestra disposición», ha recalcado.
En este sentido, ha sostenido que los países occidentales «dicen abiertamente que en 1991 fueron capaces de dividir la Unión Soviética y que ahora le ha llegado el momento a Rusia, que debe dividirse en muchas regiones con una hostilidad mortal entre ellas». «Han estado trazando estos planes desde hace mucho tiempo», ha advertido.
«Animaron a bandas de terroristas internacionales en el Cáucaso, acercaron a nuestras fronteras la infraestructura ofensiva de la OTAN. Convirtieron la rusofobia en su arma, incluidas décadas de cultivo del odio a Rusia, principalmente en Ucrania», ha dicho, antes de argumentar que los ucranianos han sido convertidos «en carne de cañón» al «desatar esta guerra en 2014, usando a las Fuerzas Armadas contra la población civil, organizando un genocidio, un bloqueo y terror contra la gente que se negó a reconocer el poder que surgió en Ucrania como resultado de un golpe».
«Después de que el régimen de Kiev rechazara públicamente una resolución pacífica al problema en el Donbás y anunciara que quería hacerse con armas nucleares, quedó absolutamente claro que, como había pasado dos veces antes, era inevitable un ataque a gran escala contra el Donbás, lo que inevitablemente derivaría en un ataque contra la Crimea rusa y contra Rusia», ha explicado.
LUCHA CONTRA «NEONAZIS»
Putin ha defendido nuevamente la «operación militar preventiva», término con el que se ha referido a la orden de invasión, y ha ensalzado que «la República Popular de Lugansk ha sido casi totalmente limpiada de neonazis». «Los combates continúan en la República Popular de Donetsk, donde durante ocho años el régimen de ocupación de Kiev creó una línea profundamente escalonada de fortificaciones», ha detallado.
«Un asalto frontal hubiera derivado en grandes pérdidas, así que nuestras unidades y las unidades militares de las repúblicas del Donbás actúan de forma sistemática, de forma competente, usando equipamiento, protegen al personal y liberan la tierra de Donetsk paso a paso, limpiando ciudades y aldeas de neonazis y dan ayuda a gente que el régimen de Kiev convirtió en rehenes, en escudos humanos», ha señalado.
El presidente ruso ha reconocido que en la ofensiva participan militares, «formaciones de voluntarios» y «personas de diferentes nacionalidades, profesiones y edades». Asimismo, ha destacado que las fuerzas rusas presentes en Ucrania operan a lo largo de una línea de contacto de más de mil kilómetros y ha afirmado que hacen frente «a toda la maquinaria militar occidental», tal y como ha recogido la agencia rusa de noticias Interfax.
«Washington, Londres y Bruselas están empujando directamente a Kiev para que traslade las operaciones militares a nuestro territorio. Ya no esconden que Rusia debe ser derrotada por todos los medios en el campo de batalla, seguido por la privación de toda soberanía política, económica y cultural», ha denunciado. En esta línea, ha acusado a los países occidentales de «intentar bloquear y suprimir todos los centros independientes y soberanos de desarrollo para seguir imponiendo de forma cruda su voluntad sobre otros países y pueblos e imponer sus pseudovalores».
El anuncio de Putin ha llegado en un discurso a primera hora del día, después de que sus declaraciones, previstas para la tarde del martes, fueran aplazadas en varias ocasiones por motivos no especificados. El presidente del Comité de Defensa de la Duma de Estado, Andrei Kartapolov, dijo el martes que las especulaciones sobre una movilización general estaban «absolutamente injustificadas».