El Contralor General de la República, Gerardo Solís se refirió hoy a la decisión de suspender los pagos por gastos de movilización a alcaldes, representantes y concejales.
Solís reconoció que la medida no fue bien recibida entre las autoridades locales pero dijo, es el trabajo que le corresponde hacer. “Yo soy comida amarga… no soy cosita fácil de comer para alcaldes y representantes.», indicó.
Para el contralor la Contraloría tiene un gran peso cuando hace su fiscalización bien y no importa que nadie lo reconozca, además señaló que el puesto de contralor «muy mal reconocido y uno de los puestos más ingratos. Nadie te reconoce nada y nadie te agradece”.
El fiscalizador de las finanzas públicas sostuvo que en el presupuesto de cada una de estas instituciones se mantendrá el renglón de gastos imprevistos, pero deberá ser bien justificada la razón o la causa para la que serán usados esos dineros. «Se tienen que usar correctamente», dijo Solís.
Por ello la Contraloría está trabajando con las autoridades locales en en un manual de procedimiento y rendición de cuentas para los gastos imprevistos.