El pueblo tableño destella a través de sus anales, riqueza costumbrista, religiosa y folclórica, con fuertes arraigos de la hispania. Tesoro fundamental para el fortalecimiento de la tradición panameña.
Pero entre todo, dos cosas hacen muy famosa a la ciudad de Las Tablas, los carnavales y las fiestas patronales de Santa Librada y por cuestiones del destino la historia nos dice que estos dos acontecimientos de la cultura interiorana se entrelazaron en aquel memorable comienzo tableño.
La investigadora y folclorista Aida María Díaz narra en su libro Santa Liberata de Las Tablas, los inicios de la devoción a la virgen mártir y cómo nació la pulla entre lo que es hoy la Calle Arriba y la Calle abajo de Las Tablas.
Cuenta la historia preservada entre generaciones, que a mediados del siglo XVII, llegó al puerto de Mensabé una maltrecha expedición, encabezada por Gil Jacinto de Barahona, los navegantes encallaron en estas costas, en medio de batallas contra piratas ingleses. Junto a ellos traían una imagen: era Santa Liberata.
Ayudados por unos lugareños, llegaron al caserío conocido como La Ermita de la Santa Cruz, donde existía un altar; allí se veneraba La Santa Cruz, la Divina Pastora y San Isidro Labrador.
Los nuevos habitantes construyeron sus casas con las tablas de las naves donde se habían embarcado (de allí el nombre de Las Tablas); y como agradecimiento a la Santa que traían consigo prometieron colocarla en la primera capilla que encontraran.
Es allí donde nace la pugna, pues los devotos de la santa Cruz y primeros colonos se negaron a recibir a la santa en el altar.
Desde ese entonces inicia una pequeña rivalidad entre los devotos de Santa Liberata y los de la Santa Cruz. Con el pasar del tiempo el pueblo toma como patrona a Santa Liberata.
A todo esto, las pugnas siguieron como una tradición, y se celebraban en las fiestas patronales en el mes de julio, pero por órdenes de las autoridades religiosas de aquella época, se decidió cambiar la fecha de estas pugnas de tunas o estudiantinas para los días antes de la cuaresma y es así como da inicio a la historia de lo que hoy es el carnaval tableño.
Relatos memorables
La represa de la Quebrada El Caratillo fue el punto de acuerdo para que notables caballeros, la mayoría de la histórica Placita de los perros, se reunieran y conformaran un grupo el cual marcó la grandiosa ruta reciente del carnaval tableño.
Fue aquel 17 de abril de 1935, cuando de aquellos ilustres hombres nació el Grupo de los 17, los padres de la matriarca de las tunas, la Calle Arriba de Las Tablas.
Ya de esto han pasado más de 80 años desde que el Grupo de los 17, emprendió un caminar que con los años tomó forma y dio paso al legado más grande en la celebración de la fiesta carnavalera en todo el país. Así nació la tuna de Calle Arriba de Las Tablas
Doña Beleida Espino, distinguida dama tableña y poseedora de grandes anécdotas sobre la historia la tuna de Calle Arriba de Las Tablas, nos dice de aquella época y por voz de algunos de los fundadores de este grupo, que en su mayoría eran familiares y amigos cercanos, que la comitiva se integró para trabajar y así represar una quebrada cerca de la Placita de los Perros.
“Como todos eran de la Placita y eran Calle Arriba, para tiempo de carnaval, la tuna contraria les cantaba al Club de los 17, así el grupo se fue consolidando y oficialmente sacan la primera reina de la Calle Arriba en el año de 1950” esta responsabilidad recayó en Mitzi Sandoval.
Doña Beleida destaca que grandes familias como los Díaz, los Chanis, los Cano, los Vergara, Jaén, los Broce, los Batista, los Cedeño, los Acevedo, los de León, los Tejada, los Velásquez, los Nieto, los Espino, los Villarreal, entre otros, pertenecieron a este grupo y representan los pilares de la tuna cuya sede se encuentra en la Calle Bolívar.
Durante más de ocho décadas, la hoy llamada Matriarca de las tunas ha aportado a la historia y legado cultural tableño, el más antiguo con una estela de tradición y que alcanza más de 200 años.
El otro bando Calle Abajo de Las Tablas nació en 1951, para formalizar la contienda que inició hace 200 años atrás.
El legendario Barrio de Punta Fogón es la sede la denominada tuna con clase, y que ha visto coronar a más de 60 soberanas, entre ellas muchas representantes de Panamá en concursos de belleza a nivel internacional.
Calle Abajo de Las Tablas ha contribuido al engrandecimiento del carnaval tableño, una tuna centinela de las más auténticas tradiciones de la región santeña.
El carnaval tableño es uno de los pilares de la cultura panameña, es una tradición añeja que se hoy día es un tesoro ancestral que genera pasiones, turismo y desarrollo económico.
Carlos Joel Morales, actual presidente de la Junta Directiva de Calle Abajo de Las Tablas, nos dice que según la tradición oral se cuenta que desde la colonia se dan celebraciones, no precisamente con la misma estructura de hoy pero si con el famoso formato de dos calles o bandos.
A partir del siglo XIX si existen pruebas escritas que narran la celebración del carnaval tableño, Manuel Octavio Sisnet menciona en la Biografía del Dr. Porras que su madre Juana Gumercinda Barahona De León fallece un martes de Carnaval de 1868, también la profesora, folclorista y escritora Norma H. de Testa escribe en su libro Costumbres y Tradiciones Tableñas que hay testimonios del Carnaval celebrado en 1895 en suelo tableño.
En cuanto a lo que representa el carnaval tableño para la sociedad Morales agrega que: el carnaval para muchos es tradición, cultura, belleza artística, para otros es desenfreno, desorden, gastos excesivos e innecesarios, todo depende del ángulo del espectador.
Lo que si es cierto que El carnaval tableño es parte de una tradición bicentenaria con estilo propio y que ha ido en constante cambio a través del tiempo.
Pero ¿hacia dónde debe ir el carnaval?, teniendo en cuenta que es sino la principal, una de las más importantes inyecciones económicas de la provincia de Los Santos.
A esto Morales manifestó que “Creo que hay que frenar los excesos (en infraestructuras, público, lujo, inversión, entre otros temas) porque en cualquier plano va a afectar y se puede salir de control hasta colapsar.
El carnaval debería de ir en la línea de recuperar la tradición y estilo tableño para parrandear y dejar de lado lo foráneo que mucho impacto ha causado al mismo. En la medida que se regule se puede mantener asegurado su buen futuro”.
Movimiento económico que genera el carnaval tableño
Javier Cedeño Broce, socio de la tuna de Calle Arriba de Las Tablas miembro de varias juntas directivas de esta sociedad nos brinda un panorama del movimiento económico que genera el carnaval tableño.
Cedeño señala que durante todo el año las organizaciones de ambas tunas, trabajan arduamente en la organización de diversas actividades y en la búsqueda de patrocinio para presentar lo que se conoce como el mayor espectáculo ofrecido en la República de Panamá en una mezcla de cultura, lujo y tradición, donde los asistentes pueden presenciar verdaderas obras de arte completamente gratis.
“Las tunas, verdaderas protagonistas y productoras del espectáculo, invierten a través de la autogestión más de 1.2 millones de dólares y el carnaval tableño genera a los negocios privados permanentes y eventuales (tanto en Las Tablas como en la capital) más de 16.2 millones de dólares”, resaltó Cedeño.
En la actualidad el carnaval de Las Tablas se enfrenta a grandes retos, donde se requiere mucho más apoyo de las autoridades para que este evento que es un relicario de la cultura panameña trascienda y tenga mucho más alcance a nivel nacional en internacional.
Dos años sin carnaval
Por segundo año consecutivo, la celebración del carnaval más importante del país se ha cancelado debido a la pandemia COVID19.
Tanto Calle Arriba como Calle Abajo de Las Tablas esperan que el panorama de la crisis por la pandemia mejore para poder así iniciar el trabajo con miras a volver a presentar este espectáculo de lujo y tradición.