Francia endureció las condiciones para la concesión de visados para ciudadanos de Marruecos, Argelia y Túnez, países que rechazarían entregar los salvoconductos necesarios para el retorno de los migrantes expulsados por la antigua potencia colonial, anunció el martes el portavoz del gobierno.
«Es una decisión drástica, es una decisión inédita, pero es una decisión necesaria ya que estos países no aceptan retomar a sus ciudadanos que no queremos ni podemos guardar en Francia», dijo Gabriel Attal en Europe 1, confirmando una información de esta emisora.
El portavoz del gobierno del presidente liberal Emmanuel Macron indicó que «la ejecución de la amenaza» se produce después de un intento de diálogo con estos tres países del norte de África y una serie de viajes del Ejecutivo, entre ellos del primer ministro Jean Castex.
«Cuando las cosas no se mueven, aplicamos las reglas», aseguró Attal, para quien esta medida «decidida hace algunas semanas» y que «será puesta en marcha» busca obligar a estos países a «cambiar de política y a aceptar la concesión de salvoconductos consulares».
El ministro de Relaciones Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita, lamentó una decisión «injustificada» que «no refleja la realidad» y que, según Attal, implicará un 50% menos de visados para marroquíes y argelinos y un 33% menos para tunecinos.
Según las cifras desveladas por Europe 1, Francia expulsó en los primeros siete meses de 2021 mediante un salvoconducto a 22 argelinos (0,2% del total de las órdenes de expulsión para esta nacionalidad), a 80 marroquíes (2,4%) y a 131 tunecinos (4%).
Asimismo, en ese mismo período, concedió 8.726 visados a argelinos (76% del total de solicitudes presentadas por ciudadanos de Argelia), 9.140 a tunecinos (71%) y 18.579 a marroquíes (77%).
Cuando la inmigración es uno de los principales temas de la precampaña de la elección presidencial de 2022, la candidata ultraderechista Marine Le Pen no dudó en atacar a Macron, su rival en el balotaje en 2017 y, según los sondeos, también el próximo año.