Diciembre es un mes con olor a canela, nuez moscada, a pino, y con sabor a ron ponche, dulce de frutas, y comidas preparadas especialmente para estas fechas.
Es la temporada de fiestas, en las que se celebran el día de la madre, la Navidad, y el arribo de un nuevo año, saludando las esperanzas y días prósperos con un brindis, en ese momento en que explotan miles de colores que iluminan la medianoche.
Las familias se sientan alrededor de la mesa para degustar los menús de la temporada.
Los comercios se preparan para el mes en que más se incrementan las ventas.
Este año, que está dejando signos de fatiga, nos hará dar un giro de 180 grados a un diciembre en pandemia.
Los indicadores de salud son alarmantes. El miércoles se registró la cifra más alta de casos positivos de COVID-19 desde que se declaró la emergencia por esta enfermedad en marzo pasado.
Un total de 2,028 nuevos contagiados, es una cantidad que nos debe llevar a reflexionar, en esta época de fiestas que, por tradición son de tipo familiar y social.
La doctora, Gabriela de Salazar, directora de Promoción de la Salud, del Ministerio de Salud, nos hace recomendaciones para que, si en esta oportunidad no podemos disfrutar de la compañía de amigos y familia, tengamos la seguridad de hacerlo en un futuro cercano.
La primera recomendación que nos hace es celebrar estas fiestas en nuestra burbuja familiar.
Pero qué se entiende por esto? El hogar residencial o domiciliario. Es decir, las personas que duermen bajo el mismo techo.
Celebrar apartados físicamente de nuestros parientes cercanos y amigos entrañables, no debe sacrificar ese espíritu, que nos invade y hace de esta temporada algo especial. Ese es el reto que debemos superar en estos momentos.
“Navidad es precisamente el nacimiento de Jesús en nuestros corazones y es costumbre compartir esa alegría con la familia y amigos”, expresa de Salazar, quien sugiere hacer encuentros virtuales.
Una de las tradiciones más antiguas, son los regalos.
Para las madres, los intercambios entre compañeros de trabajo, y los que se colocan debajo de un árbol de Navidad, o los que simplemente se dejan en un espacio particularmente destinado para ese propósito en el hogar u oficina.
“Navidad es compartir con los que no tienen lo poco o lo mucho que nosotros tengamos”, reflexiona la doctora de Salazar. Es ofrecer alegría a un niño, dice y acota que es un acto que “no mide el amor que sientes por tus seres queridos, son tus actos que lo define”.
Entonces, qué medidas debemos tomar en cuenta al hacer un regalo.
Además del uso de mascarillas, la pantalla facial porque aumenta significativamente la protección, respetar el distanciamiento con las personas que no son de su burbuja, y el lavado de manos frecuente, Salazar, puntualiza recomendaciones a las que podríamos no prestar atención.
- Intente hacer sus compras por medio internet, muchos de los comercios brindan este servicio.
- Vaya de compras sin compañía. Evite salir con hijos pequeños, adultos mayores o pacientes con enfermedades crónicas para no exponerlos al contagio del virus en una actividad superflua.
- Si elije ir a comprar a un centro comercial, escoja las horas menos concurridas.
- Programar la salida con una lista de compras. No pasar mucho tiempo en los centros comerciales.
- No esperar que envuelvan los regalos, pedir el papel y envolverlo en casa
- Al recibir regalos pásale un paño con solución alcoholada, pañitos con soluciones cloradas, etc.
- Tener gel alcoholado siempre en la cartera o bolsillos
- Si tienes algún síntoma no salga ni viaje.
“Si todos nos ponemos de acuerdo y se lo ponemos difícil al virus, evitamos volver al confinamiento y a medidas restrictivas”. concluye.