James Earl Carter Jr., «Jimmy» Carter. Uno de los presidentes estadounidenses cuyo legado puede considerarse de los más importantes e influyentes, a nivel mundial. Su muerte, que si bien era de esperarse debido a su grave estado de salud, revive los recuerdos de un período en el quedó enmarcada una relación con Panamá, un país pequeño, al que supo respetar y otorgarle lo que por derecho y por naturaleza la correspondía: el Canal Interoceánico.
El mundo reconoce en Jimmy Carter al ser humano que fue más allá de la política. Así lo definió el Dr. Aristides Royo, expresidente de la República, y quien fuera uno de los negociadores panameños de los Tratados Torrijos-Carter, quien conoció personalmente a Carter en su período presidencial.
«El presidente Carter tomó la difícil solución de hacerle justicia a un país pequeño, pero valeroso. Supo que la decisión no iba a recibir el respaldo de la mayoría de los ciudadanos de su país, que se sentía cómodo con un canal bajo su mando y jurisdicción. Asumió su respaldo a la Nación panameña, que le estará agradecida para siempre», señaló Royo.
El también expresidente de Panamá, Martín Torrijos, se mostró entristecido por la muerte de Jimmy Carter, a quien calificó como «un demócrata que creyó en el diálogo y los entendimientos».
En su mensaje de condolencias, Torrijos señaló que «el mundo pierde a un gran líder del siglo XX; los latinoamericanos perdemos a quien verdaderamente nos comprendió y respetó; Panamá pierde un aliado incondicional; y en lo personal, pierdo un ícono que nos enseñó que enmendar errores, ello es lo que hace que la vida pública valga la pena».
Desde Francia, el presidente Emmanuel Macron dedicó breves palabras para honrar al desaparecido expresidente estadounidense: «Defendió los derechos de las personas más vulnerables y lideró sin descanso la lucha por la paz».
Por su parte, el expresidente Bill Clinton, quien sucedió a Carter en la presidencia estadounidense, dijo en una declaración junto a su esposa Hillary, que el demócrata «trabajó sin descanso por un mundo mejor y más justo», y que «vivió para servir a los demás, hasta el final».
Alguien que no se presume sea político, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, destacó el trabajo que el expresidente desempeñó a través del Centro Carter, una organización no gubernamental, que realiza trabajos en 80 países alrededor del mundo. «Salvó incontables vidas y ayudó a eliminar muchas enfermedades tropicales desatendidas», indicó el director de la OMS.
Incluso desde Venezuela, país distanciado de Estados Unidos, ofreció sus condolencias por la muerte de Jimmy Carter. A través del Ministerio de Relaciones Exteriores, el país sudamericano agradeció a Carter por «su visión y compromiso con la democracia», que «contribuyeron a desmontar los intentos desestabilizadores y la intolerancia de la ultraderecha y del golpismo».
A Jimmy Carter le correspondió reestablecer la credibilidad en la política y los políticos estadounidense, que estaba en trizas luego del Escándalo Watergate, que produjo la dimisión del republicano Richard Nixon y antes, la Guerra de Vietman, cuyo enorme costo financiero hizo que Estados Unidos retirara sus tropas.