El Presidente Laurentino Cortizo dio un golpe de timón. A 6 días de cumplir su primer año como jefe de gobierno, realizó tres cambios importantes en su Gabinete, cambios que no son solamente para reforzar su gestión presidencial, también le garantizan aliados importantes dentro de su partido, el gobernante Partido Revolucionario Democrático (PRD).
Tres ministras se despidieron ayer del equipo de Cortizo: Rosario Turner, Inés Samudio y Markova Concepción. ¿Qué motivó sus salidas? Dos de los tres cambios obedecen a movimientos estratégicos dentro del partido de gobierno.
El próximo año vence el periodo de los actuales miembros del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), donde se concentra el mando y el poder del PRD. Su actual secretario general Pedro Miguel González aspira a la reelección, lo mismo que Benicio Robinson, quien es el presidente del partido. Sin embargo, González ha iniciado una serie de movimientos en busca de un nuevo presidente, alineado a sus ideas.
Dentro del PRD existen tres facciones: la de Pedro Miguel González, la de Benicio Robinson y la del presidente Cortizo, representada por el vicepresidente José Gabriel Carrizo y la juventud del partido.
Con la llegada del PRD al poder del Ejecutivo, González ya había puesto sus fichas dentro del Gabinete de Cortizo, uno de esas fue Rosario Turner en el Ministerio de Salud. Todo iba bien con Turner dentro del equipo de gobierno hasta que la pandemia llegó al país.
Fuentes a lo interno del PRD aseguraron que Pedro Miguel González pretendía que Turner reemplazara a Benicio Robinson en la presidencia del partido, pero las fallas en la estrategia de salud en la crisis por el COVID-19, donde en lugar de disminuir el número de contagios seguía aumentando y la incomodidad por la cuarentena, hicieron mella en su trabajo, además de la desobediencia política de la exministra, ya que parecía responder más a Pedro Miguel González que al presidente de la República, cuentan desde las entrañas del colectivo político.
La salida de Turner le permitió Cortizo matar dos pájaros de un solo tiro. Mantener alineado a su equipo de gobierno y el apoyo de Benicio Robinson, al dejar fuera de combate a quien pretendía disputarle la presidencia del PRD, debilitando a Pedro Miguel González. Robinson mantiene el control sobre la Asamblea Nacional, un apoyo imprescindible para el Presidente Cortizo en estos momentos.
Algo similar se dio con la exministra de Vivienda y Ordenamiento Territorial, Inés Samudio. Samudio llegó al Miviot de la mano de Robinson, pero cuentan que en el camino se rebeló y dejó de atender las llamadas de Robinson. Por eso la decisión fue poner a una figura adepta a la línea de Robinson, el viceministro Rogelio Paredes, quien trabajó con el diputado bocatoreño en la Federación Panameña de Béisbol (Fedebeis). Otro punto para Robinson sobre Pedro Miguel.
Importantes movimientos estratégicos para Cortizo, en el Gabinete y en la Asamblea.
¿Y sobre Markova Concepción? Su cercanía con los grupos más críticos a la administración Cortizo, le valieron su tiquete de salida del Ejecutivo, sin muchos aspavientos y con una designación para ser la embajadora de Panamá ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Quién sabe bien cómo se cuecen las habas dentro del PRD, es el abogado y exdirector de la extinta PTJ, Ebrahim Asvat. No deja dudas de que la salida de las ministras responde a una estrategia política en la que Cortizo reitera que el que manda es él.
En una serie de publicaciones desde su cuenta de tuiter, Asvat hace alusión a los recientes cambios en el Gabinete, lo que calificó como una «tremenda movida», la que llamó «power play» o juego de poder, «liquidando el juego de los titiriteros del PRD».
Asvat remata sus comentarios en la red social, haciendo mención a que la lealtad debe estar con quien te nombra no para el padrino, en clara alusión a la situación de Turner.