Numerosas teorías han comenzado a circular alrededor del asesinato de Fernando Villavicencio, candidato a la Presidencia de Ecuador, y quien fuera ultimado a tiros después de un acto político de respaldo a sus aspiraciones.
A poco más de una semana de celebrar elecciones presidenciales, el asesinato de Villavicencio es el punto más alto de una serie de eventos violentos que sacuden al país sudamericano, del que se señala, tiene células de cárteles de la droga infiltradas entre grupos políticos, que han llegado a corromper el Estado de Derecho.
Pero, ¿quién había sido tan osado como para asesinar a uno de los ecuatorianos que con mayor vehemencia criticaba la corrupción en su país?
Villavicencio había hablado abiertamente sobre la corrupción y la violencia causada por el narcotráfico en el país. Entre otras acusaciones, aseguró que Ecuador se había convertido en un «estado narco» cuando propuso liderar una lucha contra lo que él llamó la «mafia política.
En la actividad del miércoles en Quito, Villavicencio había arengado a unos 2,500 simpatizantes a que lucharan contra «quienes se han tomado Ecuador para hacer sus fechorías».
Su salida de un local céntrico de la capital ecuatoriana se dio por la puerta del frente, y a diferencia de otros mítines, había mucho movimiento entre simpatizantes y la seguridad del candidato.
De acuerdo con informes preliminares, el automóvil donde se trasladaría Villavicencio había sido minuciosamente revisado ante la posibilidad de que se hubiera instalado un aparato explosivo.
El aspirante presidencial entró al automóvil por el asiento posterior derecho. No había un agente de seguridad al otro lado, solo el conductor. El sicario aprovechó la situación y le disparó tres veces.
Quedan entonces varias interrogantes para la investigación: La puerta y ventana opuesta a aquella por donde entra el candidato amenazado, estaban despejadas, es decir, sin un elemento de seguridad que la resguardara. Villavicencio entró solo al automóvil, sin que ningún elemento de la seguridad que se supone lo resguardaba cubriera la puerta opuesta y otro cubriera la puerta por donde ingresó al vehículo. El candidato se encontraba en situación de vulnerabilidad ante cualquier acción en su contra.
Villavicencio no utilizaba un automóvil con blindaje, a pesar de las numerosas amenazas que había recibido, principalmente como había advertido en las últimas dos semanas. El candidato tampoco fue prevenido de usar un chaleco antibalas.
Todos los elementos apuntan, en lo que señalan las primeras investigaciones, que el asesinato estaba planeado en base a información sobre los movimientos de Villavicencio, y aunque es muy prematuro para hacer una aseveración concreta, los indicios primarios dejan ver que hubo un manejo muy deficiente de la seguridad alrededor del candidato.
A pesar de lo ocurrido, las elecciones en Ecuador se celebrarán el 20 de agosto.