El litigio en materia de cambio climático está creciendo rápidamente en el mundo y ha contribuido a obtener resultados históricos que promueven la justicia climática, de acuerdo con un informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Sabin Center for Climate Change Law de la Universidad de Columbia.
El número total de casos judiciales relacionados con el cambio climático se ha más que duplicado desde 2017, pasando de 884 a 2,180 en 2022, según el informe. Si bien la mayoría se han presentado en Estados Unidos, alrededor del 17 por ciento ocurren ahora en países en desarrollo, incluidos pequeños Estados insulares. «Las personas recurren cada vez más a los tribunales para combatir la crisis climática y convertir los litigios en un mecanismo clave para la acción y la justicia climáticas», dijo Inger Andersen, Directora Ejecutiva del PNUMA.
Los litigios buscan exigir responsabilidades a gobiernos y empresas por la falta de acción frente al cambio climático y sus impactos. También apuntan a detener proyectos incompatibles con las metas del Acuerdo de París y denuncian la falta de adaptación ante los efectos del calentamiento global.
Entre los casos destacados, el Comité de Derechos Humanos de la ONU concluyó que Australia violó leyes internacionales al no proteger los derechos humanos de los habitantes de las Islas del Estrecho de Torres. Por su parte, la Suprema Corte de Brasil dictaminó que el Acuerdo de París es un tratado de derechos humanos con estatus supranacional. Y un tribunal en Países Bajos ordenó a Shell reducir sus emisiones de CO2 en 45% para 2030, en línea con París. «Existe una alarmante brecha entre la acción climática global necesaria y las medidas concretas de los gobiernos», dijo Michael Gerrard, del Sabin Center. «Esto provocará más litigios climáticos».
Según el informe, 34 demandas han sido presentadas en nombre de niños, niñas y jóvenes. También destacan casos en nombre de mujeres mayores y pueblos indígenas, grupos afectados de manera desproporcionada por la crisis climática. Se prevé un aumento en demandas por migración climática y por daños tras eventos climáticos extremos. Los pequeños Estados insulares están liderando solicitudes de opiniones consultivas sobre cambio climático en cortes internacionales.
«Los tribunales están encontrando vínculos fuertes entre derechos humanos y cambio climático, brindando mayor protección a los más vulnerables», explicó Inger Andersen del PNUMA. El informe será un recurso valioso para quienes busquen resultados positivos en litigios climáticos y para comprender los alcances de la vía legal en la crisis climática, concluyó.