Los pizarrones abandonados

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Luego de 21 meses de pandemia, la UNICEF estima que alrededor de 86 millones de niños y adolescentes persisten fuera de las aulas de clases en América Latina y el Caribe. La pérdida de clases en la región promedia los 154 días desde que se iniciara la crisis sanitaria constituyéndose en la mayor interrupción del aprendizaje del que se tenga memoria por estos rumbos. “Cada día fuera de las aulas”- declara Jean Gough, Directora Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe- “acerca a los niños, niñas y adolescentes más vulnerables a la deserción escolar, la violencia de las pandillas, el abuso o trata de personas”.

En una región donde más del 80 por ciento de los estudiantes de bajo ingreso socioeconómico afronta limitaciones tecnológicas en el hogar, los daños en el aprendizaje serán devastadores y se traducirán en una pérdida económica estimada en unos mil 700 millones de dólares. Según se desprende de las cifras resultantes del indicador de “Pobreza de Aprendizaje”, que mide el porcentaje de estudiantes de 10 años que son incapaces de leer y entender un texto simple, la proporción pasó del 51 por ciento al 62.5 por ciento; lo que implica que 2 de cada 3 estudiantes del área carecen de la habilidad para leer y comprender un texto adecuado a su edad.

Todas estas carencias sumadas a las económicas que enfrentan los estudiantes en sus hogares, abonan el terreno para un aumento dramático de la deserción escolar. Aproximadamente 17 millones de latinoamericanos abandonarán sus estudios, de los cuales, según las estimaciones disponibles para América Latina y el Caribe, 1.2 millones serán niños y jóvenes entre los 6 y 17 años que no volverán a los salones de clases luego de superada la pandemia de coronavirus. Para la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), a los perjuicios de salud y económicos causados por la covid-19 hay que añadir el retroceso educativo estimado por los expertos en unos 8 o diez años.

En Panamá, aún antes que iniciara la pandemia, las cifras de deserción escolar resultaban escalofriantes: de los 12 mil 484 estudiantes que abandonaron las aulas en el 2018, el 29.6 por ciento correspondía al nivel primario, el 46.6 por ciento al nivel de pre media y el 23.8 por ciento a media. Durante esta crisis sanitaria, unos 80 mil estudiantes dejaron de recibir sus clases señalan informes entregados a la Comisión de Educación.

El PIB medio de Latinoamérica dice la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), ha caído a niveles del 2010, por lo que son evidentes los estragos económicos causados por el microscópico virus. Lo que no es visible aún es el alcance de los daños derivados de los dilatados cierres de las aulas de clases: no queda sino esperar a que el futuro se haga presente y podamos medirlos en su real y fatídica extensión.

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