Las autoridades sanitarias británicas reconocieron el miércoles que la tasa de infección «no está bajo control» en el Reino Unido, en momentos en que la segunda oleada del nuevo coronavirus sigue su ascenso.
«Las cosas van por mal rumbo», advirtió el consejero científico del gobierno, Patrick Vallance, en rueda de prensa en Downing Street. La tasa de infección continúa subiendo y «no está bajo control por el momento», declaró.
El primer ministro británico, Boris Johnson, pidió en rueda de prensa «paciencia» a los británicos y «juicio» y advirtió que el gobierno no dudaría en tomar medidas más drásticas.
Johnson evitó este miércoles una auténtica rebelión en el seno de su propio campo conservador.
Medio centenar de parlamentarios conservadores amenazaron con apoyar una moción que exigía que los diputados tuvieran voz respecto a las medidas tomadas por el gobierno para contener la propagación de covid-19, acusando al ejecutivo de gobernar «por decreto».
«Tenemos un largo invierno por delante», advirtió el médico-jefe para Inglaterra, Chris Witty, quien destacó que el número de hospitalizaciones, incluidos los cuidados intensivos, «no va por el buen rumbo».
El Reino Unido es el país más afectado en Europa, con 42.143 muertos (+71) y el miércoles registró 7.108 nuevos casos, lo que sitúa en 453.264 el número total de casos positivos.
Ante la pandemia, en marzo pasado fue decretado un confinamiento nacional, que se levantó gradualmente durante el verano (boreal).
Sin embargo, en las últimas semanas se han introducido nuevas restricciones, a causa del aumento del número de personas infectadas.
