La Asociación Nacional de Molinos de Arroz (Analmo) exigió este martes la eliminación del control de precios sobre el grano, advirtiendo que no es rentable su producción al precio que se ha ajustado desde hace más de cuatro años.
De acuerdo con Rodrigo Cardenal, vocero del grupo, no existe desabastecimiento de arroz en el país, pero advirtió que debido a que el arroz de primera tiene un precio fijo para su venta por libra al consumidor, esto les impide sembrarlo y producirlo, ya que les ha generado importantes pérdidas económicas.
Según Cardenal, el control de precios no permite producir arroz de primera para venderlo al precio al que se ha fijado desde hace varios años, en vista de que los costos de producción para el arroz de primera superan con creces el precio al que se vende.
«Debido a que la producción el arroz de primera cuesta más de lo que está en la regulación, en imposible que podamos sacarlo. Cuando nació el control de precios, el arroz de primera tenía una estructura de precios, de 17 dólares, más 7.50 dólares de compensación. Para poder producir el arroz de primera, es necesario que cubrir el costo de 17 dólares; ese costo también ha ido subiendo», explicó el productor.
Por su parte, el vicepresidente de la Analmo, Raúl Palacios, señaló que debido al considerable aumento que se ha dado en los últimos años en la materia prima, no se puede cumplir con la producción de arroz de primera a un precio en el no hay margen de ganancia.
«Hace 10 años se demostró que para tener un arroz de primera a un precio al consumir de 40 centavos, había que recibir un arroz a 17 dólares, con 24% de humedad y 4% de impureza. Esa es la única forma de poner un arroz de primera a un precio regulado de 40 centavos por libra; lo contrario afecta su producción, que es lo que está sucediendo», destacó Palacios.
Desde mediados del año pasado, el arroz de primera comenzó a escasear en los supermercados y tiendas de abarrotes, tantos en sus presentaciones de cinco libras, a un precio de dos dólares, como en las populares bolsas de dos libras, que se vende a 80 centavos.