La victoria de España sobre Inglaterra en el recién finalizado campeonato mundial de fútbol femenino debió haber sido un evento para celebrar por semanas; sin embargo, un evento extradeportivo le ha quitado todo el protagonismo a la singular hazaña deportiva.
Resulta que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, quiso expresar su felicidad por la victoria lograda el pasado domingo en Sidney, Australia, la cual significó la primera estrella para el equipo español en la rama femenina, y la segunda estrella mundialista, con el campeonato de varones de Sudáfrica, 2010.
Después de recibir su medalla, Jenni Hermoso esperaba el saludo de Rubiales, pero nunca pensó que sería tan efusivo. Rubiales tomó a la joven futbolista, atrayéndola para darle un beso en la boca. En el momento, Hermoso no reaccionó más que con un leve empuje; sin embargo, la escena repetida miles de veces en redes sociales produjo un fuerte rechazo.
A medida que se apreciaba más el video, era evidente el desagrado de la también jugadora del Barcelona por la acción de Rubiales. En los siguientes cuatro días, los sucesos, declaraciones, posturas y elementos alrededor de la incómoda situación, han inundado el ciber espacio, relegando la conquista mundialista a un segundo plano.
Si a todo esto se une el gesto vulgar que hizo desde el palco oficial en el partido de campeonato, Rubiales está metido en una situación muy comprometida.
En la tarde de este jueves, trascendió la inminente dimisión del federado, una vez sea sometido su comportamiento en una asamblea general extraordinaria de la RFEF, en donde solo se tiene como tema de discusión este asunto.
Se añade a todo esto, el que Rubiales no ha podido ganar respaldo de sectores importantes del balompié español, y además, la investigación anunciada por la FIFA, que implica un proceso disciplinario en el que una sanción puede preveerse.