En un paso de trascendencia histórica, el gobierno de Estados Unidos reconoció la plena soberanía de Marruecos sobre sus provincias del sur en el Sahara y simultáneamente, bajo los auspicios de Washington, Marruecos e Israel establecieron este jueves relaciones diplomáticas, lo que significa un cambio radical al estatus quo en África y el Medio Oriente.

El presidente  Donald Trump, quien hizo el anuncio, dijo que se había alcanzado “otro logro histórico”. “Nuestros dos grandes amigos Israel y el Reino de Marruecos han acordado establecer relaciones diplomáticas plenas, un gran avance para la paz en Oriente Medio”, destacó en su cuenta de Twitter.

Antes del anuncio, el rey Mohamed VI sostuvo una conversación telefónica con Trump, en la que el mandatario estadunidense informó al monarca que Washington abrirá próximamente un consulado en Dajla, una ciudad turística y de industria pesquera, en pleno corazón del Sahara. Ese paso sigue al dado en los últimos meses, con la apertura de consulados en ciudades del Sahara marroquí  por 20 países de África, Medio Oriente y América Latina.

La apertura del nuevo consulado estadunidense tiene una importancia económica y comercial, según informó un comunicado de la casa real de Marruecos, con miras a alentar las inversiones y contribuir al desarrollo social en beneficio de los habitantes de la región.

Fuerza jurídica y política

Durante el intercambio, ambos líderes valoraron que el paso dado por Washington es un acto que representa una fuerza jurídica y política innegable porque Estados Unidos reconoce, por primera vez en su historia, la plena soberanía de Marruecos sobre toda la región del Sahara marroquí.

Sobre el tema de Palestina, Mohamed VI expresó a Trump, “el apoyo de Marruecos a una solución basada en dos Estados que vivan juntos en paz y seguridad, y que las negociaciones entre las partes palestina e israelí sigan siendo la única forma de lograr un arreglo definitivo, duradero y global de ese conflicto”.

Antes del mensaje por Twitter, Trump había firmado un decreto ejecutivo en el que, por la autoridad que le confieren la Constitución y las leyes de los Estados Unidos, proclamó que “Estados Unidos reconoce que todo el territorio del Sahara Occidental es parte del Reino de Marruecos”.

Según otro mensaje en Twitter, Trump dijo que “Marruecos reconoció a los Estados Unidos en 1777. Es por tanto adecuado que nosotros reconozcamos su soberanía sobre el Sáhara Occidental”.

Al mismo tiempo, reafirmó -como lo han hecho administraciones anteriores-  que la propuesta de autonomía de Marruecos para las provincias del sur en el Sahara, es “seria, creíble y realista” y la “única base para una solución justa y duradera a la disputa por el territorio del Sahara Occidental”.

“Estados Unidos cree que un Estado saharaui independiente no es una opción realista para resolver el conflicto y que la auténtica autonomía bajo la soberanía marroquí es la única solución viable. Instamos a las partes a entablar conversaciones sin demora, utilizando el plan de autonomía de Marruecos como único marco para negociar una solución mutuamente aceptable”, señaló el decreto firmado por Trump.

El establecimiento de relaciones entre Marruecos Israel sigue los pasos de los recientes acuerdos de Israel con otros países árabes como Barhréin y Emiratos Árabes Unidos, posteriormente, Sudán.

Marruecos suma respaldos

Este nuevo desarrollo se produjo en el contexto de tensiones entre la guerrilla marxista del movimiento separatista Frente Polisario que con respaldo de Argelia, ha provocado recientemente a Marruecos en el extremo sur del Sahara. Eso obligó al ejército marroquí a intervenir, sin ánimos bélicos, para despejar un paso fronterizo con Mauritania bloqueado por esa guerrilla africana y permitir así el flujo del comercio y personas.

Los separatistas del Polisario han intentado sin éxito por 45 años, a través de una agresión armada, segregar el Sahara de Marruecos.

Mientras ese movimiento guerrillero está cada vez más aislado internacionalmente y Argelia, su creador y apoyo militar, político, diplomático y logístico se resquebraja internamente, Rabat consolida su posición de legitimidad histórica y legalidad internacional sobre sus provincias del sur en el Sahara.

Medios de prensa internacional revelaron que después del reconocimiento de países del Golfo Pérsico a Israel, Washington y  Tel Aviv trabajaron en el respaldo oficial a la soberanía de Marruecos sobre sus provincias en el Sahara.

El portal Axios informó que el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nasser Bourita, se reunió en secreto con el primer ministro Benjamín Netanyahu en septiembre durante la Asamblea General de la ONU, en Nueva York, para discutir la normalización de los lazos diplomáticos. Aunque no fue confirmado, los informes reflejaron los crecientes vínculos económicos y de seguridad entre Marruecos e Israel.

Además, ambos países tienen una relación especial, basada en lazos geopolíticos y culturales. Marruecos desempeñó un papel importante en la promoción del proceso de paz y acogió en secreto al primer ministro israelí Yitzhak Rabin en 1976 y luego organizó conversaciones encubiertas entre funcionarios egipcios e israelíes en 1977, justo antes de que se firmaran los Acuerdos de Camp David en 1978. El exprimer ministro israelí Shimon Peres visitó oficialmente Marruecos en 1986 en busca de apoyo al proceso de paz árabe-israelí.

Rabat y Tel Aviv establecieron relaciones diplomáticas no oficiales en 1994, luego de que se firmaran los Acuerdos de Oslo. Pero esos vínculos se rompieron tras la segunda intifada en 2000. Aun después de esa ruptura, Marruecos e Israel han mantenido importantes vínculos económicos y de seguridad debido a las preocupaciones regionales compartidas.

Por otro lado,  existen fuertes lazos en materia de seguridad entre Marruecos e Israel, especialmente entre sus servicios de inteligencia. También en el terreno comercial. Entre el 2014 y 2017, Israel compró a Marruecos bienes por $150 millones. Marruecos ha comprado a Israel aviones teledirigidos de reconocimiento israelíes por $48 millones.

El turismo y las visitas de carácter religioso también se están expandiendo. En 2017, 50,000 israelíes visitaron Marruecos, y miles de judíos marroquíes participan en peregrinaciones religiosas a Israel cada año.

Es tan rico el patrimonio cultural que en algún momento de la historia pasada Marruecos albergó unos 270,000 judíos, la mayor comunidad en el mundo árabe. Actualmente residen en el territorio marroquí unos 3,000 judíos, protegidos por derechos constitucionales.