Para Marcía Rodríguez, reina Congo del palenque de Curundú en la capital panameña, que la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) haya reconocido este año las tradiciones panameñas Congo «significó una coronación». La decisión de inscribir estas tradiciones en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad se tomó el mes pasado en asamblea general del organismo internacional en Port Louis, República de Mauricio, África.

Como palenques se reconoce en América a los lugares donde se asentaban en el pasado los negros que escapaban de la esclavitud y creaban comunidades, en procura de una vida autónoma y con libertad.

 “No podemos explicar la alegría y gratitud que sentimos los congos, más que con nuestros bailes. (…).  Las Naciones Unidas nos han dado un empujón grande con este reconocimiento, y que espero que ayude a los gobernantes que le toquen a nuestro país a entender que nuestra cultura es parte de nuestra identidad, y que necesitamos todo el apoyo que nos puedan dar”, expuso Marcia a destinopanama.net.

La candidatura de Las expresiones rituales y festivas de la Cultura Congo fue presentada por el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) panameño a través del Proyecto Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial en marzo de 2017, después de un exhaustivo trabajo de inventario y documentación de más de tres años.

La reina consideró importante que haya más apoyo así a las diferentes agrupaciones congo, que tienen todavía que trabajar con las uñas y hacer lo que pueden para mantener la tradición.

Recordó que este logro llegó “luego de muchas vicisitudes que pasaron los congos, que no eran en el pasado valorados por los gobiernos, por su cultura, por pintarse la cara y ponerse la ropa al revés”.

Rodríguez, cuya abuela fue nieta de una esclava y primera reina congo en Colón -al norte del país, en el Caribe- y su madre la primera reina en Curundú, consideró además relevante que ese apoyo llegue a las comunidades y les ayude a mantener sus tradiciones y rituales.

La Reina celebró recientemente el aniversario 71 del palenque de los Congos en Curundú, que ha administrado su madre, lo que fue además resaltado como un reconocimiento luego de la determinación tomada en la última asamblea general de la Unesco.

Rodríguez compartió la historia de la familia y cómo su abuela y su madre lucharon para la conservación de la cultura Congo, y recordó tradiciones como la representación del bautizo, al cual obligaban los amos a los esclavos en el pasado, y el verdadero bautizo Congo.

Explicó que sobre esta última y otras tradiciones pueden decidir en la comunidad llevarse el secreto a la tumba, hermetismo que ha influido en la pérdida de esta cultura.

Recordó que en la época de la colonia Curundú no era vista siquiera como un corregimiento ni un barrio, y que muchas personas llegaban al área a lavar la ropa en el río Curundú.

Además, reseñó que el Congo en Ciudad de Panamá había sido prohibido por ley, por lo que se practicaba de manera clandestina. Para lograr el reconocimiento y dar a conocer la cultura Congo en otros países, su madre se apoyó en una agrupación folclórica.