Mauricio Claver-Carone, enviado especial de Estados Unidos para América Latina, tiene un pasado turbio, una destitución bochornosa y ahora, representa al presidente Donald Trump en los asuntos del continente.
Claver-Carone, quien dio detalles sobre la gira que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, realizará a cinco países latinoamericanos, incluyendo a Panamá, primera escala de este recorrido, habló de mantener «una buena comunicación con Panamá», pero al mismo tiempo, aseguró que el tema canalero y la supuesta presencia china en el país «es preocupante para los Estados Unidos».
Con respecto a Panamá, la primera escala de la gira de Rubio en esta gira, Claver-Carone dijo que para los Estados Unidos «es indiscutible la influencia china en Panamá, y su injerencia en la administración del canal interoceánico», principalmente a través de la empresa Hutchinson, que según él, «está dentro de la operación del Canal».
Tildó al expresidente Juan Carlos Varela de «entreguista», por haber cedido a los intereses comerciales y políticos de China. Insistió en que la actual situación «no es culpa del presidente Mulino», pero advirtió que China «es una amenaza para la seguridad de Panamá, Estados Unidos y la región».
Y a renglón seguido, criticó la forma en que Panamá ha administrado la vía acuática desde que se hizo cargo hace 25 años, en virtud de los tratados «Torrijos-Carter, aludiendo que el mantenimiento del Canal «no ha sido adecuado», e incluso que «autoridades del Canal le pedían ayuda a Estados Unidos, porque sabían de los problemas que había en el Canal».
Dijo que la administración Trump en ese momento «no atendió el pedido panameño», y recalcó que «ahora lo haríamos», advirtiendo sin embargo, que «no lo van a hacer si nos van a cobrar por ello».
En lo que pareció una especie de ultimátum, Claver-Carone dijo que el presidente Trump tiene preocupaciones por la situación, y que Panamá está a punto de perder su grado de inversión y que en ese sentido, podría recibir ayuda económica. Panamá, dijo «necesita más dinero y por eso, debe trabajar en conjunto con EE.UU.»
¿Quién es Claver-Carone?
Mauricio Claver-Carone, de 50 años de edad, fue un muy cercano colaborador de Donald Trump en su primera gestión presidencial, que en esos momentos, impulsó su candidatura a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cargo que ocupó desde octubre de 2020 hasta septiembre de 2022.
Ha sido miembro del Consejo Nacional de Seguridad de Estados Unidos, como director de asuntos del Hemisferio Occidental y del Departamento del Tesoro. En 2019, fue promovido a asesor adjunto del presidente Trump.
Su elección como presidente del BID produjo hondas diferencias entre los demás miembros, al considerar que «no era apropiado», ya que Estados Unidos no es uno de los considerados «países prestatarios» del organismo.
Claver-Carone fue destituido en una votación unánime de los 48 gobernadores del BID, luego de una investigación quel confirmó que mantenía «relaciones íntimas y preferenciales» con una de sus subordinadas, violando estrictas normas de conducta ética y moral del organismo internacional.
En la investigación, se confirmó que la funcionaria recibió dos «sustanciosos aumentos salariales», otorgados «directamente» por Claver-Carone, como parte de la relación sentimental que los mantuvo unidos, mientras ambos trabajaban en el BID.
