Después de varios años de no hacer este tipo de presentaciones públicas en Panamá, Rubén Blades le regaló al país una de sus más sentidas y apreciadas presentaciones de su larga y laureada carrera musical.
En una noche repleta de sentimientos, gratos recuerdos y la exquisita letra de sus canciones que lo han colocado como el mejor exponente del género salsa en todo el mundo, Blades derrochó todo su talento acompañado por la Big Band Orquesta de Panamá, dirigida por Roberto Delgado.
El ganador de múltiples premios Grammy no escatimó con el repertorio que seleccionó para la ocasión; cantó temas de su autoría como los famosos «Plástico», «Plaza Herrera» que marcaron a las generaciones que ya rozan o han pasado los 60 años. Fue un viaje a las aulas del Instituto Nacional, donde Blades realizó sus estudios secundarios, y a las estrechas calles del Casco Antigüo.
Fiel a su estilo Blades, de 76 años de edad, iba relatando qué cosas inspiraron las canciones que escogió para esta presentación, a manera de un mini concierto. Contó la historia de «Paula C», quiza el gran amor de su vida. Y llegado el momento, ofreció un sencillo pero muy sentido tributo al desaparecido salsero puertorriqueño Héctor Lavoe, a quien le regaló el tema «El Cantante».
«Quería que esa canción fuera como mi sello personal; pero Héctor no estaba muy bien en su carrera, así que decidí darle ese tema. Y fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida», contó el artista.
En «Amor y Control», definió la relación que debe existir entre personas de la misma sangre: «Familia es familia, y cariño es cariño». Y contó la anécdota: «Traté de grabar este tema varias veces con la orquesta Seis del Solar, pero cada vez que comenzábamos a grabar, los músicos terminaban llorando».
Después de recibir el premio «Teletón de Oro», de parte del Club Activo 20-30, Rubén Blades preparó el cierre con la canción más esperada de la noche.presentación con la orquesta de Roberto Delgado.
«Patria», considerada como la canción más importante de Panamá después del Himno Nacional, fue cantada con el sentimiento de aquel que emigró de su país en busca del éxito personal y profesional, con las vivas imágenes de la niñez y la adolecencia.
Fue un cierre espectacular. Una especie de «reconciliación» entre el artista y su público, que había esperado mucho tiempo para verle derrochar toda su energía y talento en un concierto donde las históricas canciones que le colocaron en la cima volvieran a la vida. Y sí, así es: «Todos Vuelven».