Según proyecciones del Ministerio de Ambiente de Panamá, se espera un incremento del nivel del mar de aproximadamente 0.27 metros en la costa Caribe y 0.19 metros en la costa Pacífica para 2050.
Panamá cuenta con una posición privilegiada en las Américas por su ubicación geográfica al ser puente entre el Océano Atlántico y el Océano Pacífico, lo que le convierte en un socio estratégico para el comercio internacional debido a su robusta infraestructura portuaria. Con 25 puertos estatales y 25 concesionados administrados por la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), el país desempeña un rol crucial en el tránsito global de mercancías y la actividad turística.
Mantener estas infraestructuras en óptimas condiciones es esencial no solo para asegurar la continuidad de las operaciones, sino también para consolidar a Panamá como un centro logístico competitivo y seguro en la región.
La exposición constante al agua salada y al viento marino representa un desafío para estas infraestructuras. La salinidad del agua y la humedad ambiental aceleran la oxidación de metales, debilitando estructuras y equipos esenciales. Asimismo, el viento marino transporta partículas abrasivas que erosionan superficies, afectando la integridad de muelles y otras instalaciones.
Antonio Pérez, Gerente General de Grupo EULEN Panamá, destaca: “algunos de los puntos clave que requieren atención constante y especializada en las zonas portuarias son: los muelles, bodegas y terminales de contenedores. De igual manera, es importante el mantenimiento del equipo logístico: las grúas, las barreras, accesos y perímetros, cuyo deterioro es constante debido a la cercanía al mar y el salitre”.
Un plan periódico de mantenimiento de instalaciones portuarias además de aportar múltiples beneficios operativos y comerciales debe prever las posibles afectaciones que se puedan ocasionar por factores externos como el cambio climático y su impacto local.
Para maximizar el rendimiento y asegurar la sostenibilidad de los puertos panameños, es fundamental implementar un mantenimiento integral que permita:
- Eficiencia operativa y competitividad: Los puertos panameños, tanto en el Pacífico, el Caribe y por ende el área canalera, son puntos estratégicos en el comercio internacional. Mantener sus infraestructuras en óptimas condiciones permite recibir eficientemente a buques de gran tamaño, como los neopanamax y postpanamax, atrayendo un mayor volumen de comercio y consolidando a Panamá como líder en movimientos de contenedores en América Latina.
- Seguridad y prevención de accidentes: Un mantenimiento adecuado reduce el riesgo de accidentes en las instalaciones portuarias, protegiendo tanto al personal como a las mercancías.
- Sostenibilidad ambiental: La conservación preventiva minimiza derrames y emisiones contaminantes, protegiendo los ecosistemas marinos y cumpliendo con normativas ambientales internacionales.
- Prolongación de la vida útil de las infraestructuras: La adecuada conservación de muelles, grúas y otras instalaciones portuarias evita el deterioro prematuro, reduciendo costos a largo plazo y asegurando la continuidad de las operaciones.
- Adaptación a nuevas tecnologías: La modernización de los puertos facilita la implementación de tecnologías avanzadas, como sistemas de automatización y digitalización, mejorando la eficiencia y reduciendo tiempos de operación.
- Cumplimiento de normativas internacionales: Contar con un programa constante de mantenimiento asegura que los puertos cumplan con estándares internacionales de seguridad y operación, fortaleciendo la reputación de Panamá como un hub logístico de clase mundial. “El Plan Estratégico de Desarrollo Marítimo y Portuario de Panamá Visión 2040” subraya la modernización y optimización de las infraestructuras portuarias para mantener la competitividad global.
Un plan periódico de mantenimiento de instalaciones portuarias además de aportar múltiples beneficios operativos y comerciales debe prever las posibles afectaciones que se puedan ocasionar por factores externos como el cambio climático y su impacto local. Fenómenos como el aumento del nivel del mar y la intensificación de tormentas están obligando a adaptar las estrategias de conservación, reforzando y elevando infraestructuras para prevenir inundaciones y utilizando materiales más resistentes a la corrosión.
Según proyecciones del Ministerio de Ambiente de Panamá, se espera un incremento del nivel del mar de aproximadamente 0.27 metros en la costa Caribe y 0.19 metros en la costa Pacífica para 2050. Esto obliga a adaptar las estrategias de mantenimiento para asegurar la resiliencia de los puertos ante los efectos climáticos.