Su asesinato subraya la creciente necesidad de combatir la violencia de género en África y en todo el mundo
El asesinato de la maratonista ugandesa Rebecca Cheptegei ha sacudido al mundo del deporte y puesto de relieve un patrón preocupante de violencia contra las mujeres, incluso entre las deportistas de alto nivel. Cheptegei, de 33 años, murió tras un brutal ataque con gasolina a manos de su pareja en Kenia. Este suceso es un recordatorio trágico de la creciente amenaza que enfrentan las mujeres en África y del urgente llamado a la acción para combatir la violencia de género.
La vida y logros de Cheptegei
Rebecca Cheptegei era una atleta destacada, conocida por su participación en los Juegos Olímpicos de París y por haber establecido un récord en el Maratón de Abu Dabi en 2022 con un tiempo de 2 horas, 22 minutos y 47 segundos, lo que la convirtió en la corredora más rápida de Uganda. Durante 15 años, representó a su país en eventos internacionales de alto nivel, incluyendo campeonatos de pista, cross-country y montaña. Su habilidad en diversas disciplinas atléticas le ganó reconocimiento mundial y una reputación como una de las corredoras más versátiles de su generación.
El 5 de septiembre, la vida de Cheptegei llegó a un trágico final después de que su pareja, Dickson Ndiema, la rociara con gasolina y le prendiera fuego tras una discusión, según reportes policiales. El ataque ocurrió en la residencia de la atleta en Kenia, donde solía entrenar. Cheptegei fue ingresada en el Hospital Universitario Moi de Eldoret, con quemaduras en más del 80% de su cuerpo y múltiples fallos orgánicos, lo que finalmente le costó la vida.
Un problema sistémico de violencia
El feminicidio de Cheptegei no es un hecho aislado. Según un informe de Africa Data Hub, al menos 500 mujeres han sido asesinadas en Kenia entre 2016 y 2023, una cifra alarmante que resalta la violencia de género en la región. Esta tragedia se suma a los feminicidios de otras destacadas deportistas, como Agnes Jebet Tirop en 2021 y Damaris Muthee Mutua en 2022, ambas también víctimas de sus parejas.
La muerte de Cheptegei ha provocado una oleada de indignación. Organizaciones como World Athletics y Usikimye han condenado el ataque, exigiendo justicia y mejores protecciones para las mujeres deportistas. Njeri wa Migwi, directora de Usikimye, destacó que este tipo de crímenes expone la necesidad de tomar medidas serias para frenar la violencia de género. La comunidad atlética también ha mostrado su dolor y solidaridad con la familia de la atleta, lamentando la pérdida de una vida joven y prometedora.
Las consecuencias sociales y culturales
La violencia de género en África, especialmente en países como Kenia y Uganda, sigue siendo un problema endémico. En Kenia, el 34% de las mujeres entre 15 y 49 años han experimentado violencia física, con un mayor riesgo para aquellas casadas, según datos de 2022. La violencia no solo afecta a las víctimas directamente, sino que también crea un entorno de miedo e inseguridad para todas las mujeres. La muerte de Cheptegei ha intensificado las voces que exigen cambios estructurales para proteger a las mujeres de estos ataques.
La pérdida de Rebecca Cheptegei es una tragedia que resuena más allá del ámbito deportivo. Su asesinato subraya la creciente necesidad de combatir la violencia de género en África y en todo el mundo. Si bien su legado como corredora permanecerá, su muerte es un doloroso recordatorio de que queda mucho por hacer para proteger a las mujeres de la violencia doméstica y garantizar que puedan vivir y prosperar en un entorno seguro. La justicia para Cheptegei y para todas las víctimas de feminicidio debe ser una prioridad urgente para las autoridades.