Las posibilidades de lograr un embarazo espontáneo después de los 40 años son menores del 10%
La edad de la mujer es un factor crucial a la hora de buscar un embarazo, y su influencia sobre la fertilidad es cada vez más reconocida por los especialistas en reproducción asistida. La calidad y cantidad de los óvulos de una mujer disminuyen progresivamente con la edad, afectando directamente su capacidad para concebir.
“En muchas ocasiones, las mujeres no abordan la planificación familiar con su ginecólogo y, cuando deciden tener hijos, se enfrentan a las limitaciones impuestas por la edad. El número de óvulos con el que nace una mujer disminuye con el tiempo, y esta reducción se hace más notoria a partir de los 35 años, lo que hace que a medida que tenga más edad, presente menos posibilidades de concepción”, señala el doctor Saúl Barrera, director de IVI Panamá.
Después de los 35 años, las tasas de éxito de embarazo disminuyen notablemente, y a partir de los 40, las posibilidades de lograr un embarazo espontáneo son menores del 10%. Este declive es atribuido no solo a la reducción de la reserva ovárica, sino también al aumento de anomalías cromosómicas en los óvulos.
Para abordar estos desafíos, existe una serie de tratamientos avanzados que pueden ayudar a las mujeres a lograr su sueño de ser madres. Entre ellos se encuentra el diagnóstico genético preimplantacional (PGT-A), que permite seleccionar los embriones con mayor probabilidad de éxito, mejorando las tasas de embarazo y reduciendo las tasas de aborto. Con el PGT-A, las tasas de aborto disminuyen del 30% a los 40 años al 12% en la población menor de 35 años.
Tratamientos de Fertilidad para mujeres mayores
“Con el PGT-A, podemos seleccionar los embriones más viables, lo que aumenta la probabilidad de un embarazo exitoso y reduce el tiempo necesario para concebir. Esta técnica es especialmente beneficiosa para pacientes mayores, ya que incrementa significativamente las tasas de éxito por transferencia”, explica el doctor Barrera.
Además del PGT-A, existen otras opciones como la acumulación de ovocitos y el protocolo DuoStim, diseñados para aumentar las posibilidades de éxito en mujeres con baja reserva ovárica. Estos tratamientos buscan maximizar la cantidad de óvulos disponibles, ofreciendo más oportunidades de obtener embriones viables.
Para las mujeres que enfrentan dificultades más severas, la ovodonación se presenta como una alternativa viable. “La ovodonación permite que las mujeres mayores superen los problemas asociados con la calidad de sus propios óvulos, brindándoles la oportunidad de lograr embarazos con altas tasas de éxito”, añade el doctor Barrera.
Los avances en reproducción asistida también incluyen la evaluación integral de la fertilidad mediante ecografía 3D y la medición de los niveles de hormona antimülleriana (AMH), que ofrecen una visión detallada de la reserva ovárica y la salud reproductiva general de la mujer.
A pesar de los desafíos asociados con la edad materna avanzada, la tecnología y los tratamientos disponibles ofrecen una esperanza real para muchas mujeres. “Para pacientes de mayor edad, realizamos varias pruebas, incluidas las genéticas, para evitar la transmisión de enfermedades hereditarias que es esencial para reducir las tasas de aborto y aumentar las posibilidades de un recién nacido sano”, afirma el doctor Barrera.
La decisión de iniciar un tratamiento de fertilidad debe ser tomada conjuntamente entre la paciente y su médico, basándose en evidencias clínicas y las preferencias individuales.
En conclusión, aunque la edad es un factor determinante en la fertilidad femenina, las opciones y avances en reproducción asistida ofrecen soluciones efectivas para aquellas mujeres que buscan ser madres. La consulta con especialistas y la realización de pruebas diagnósticas adecuadas son pasos fundamentales para tomar decisiones informadas y aumentar las posibilidades de éxito en el camino hacia la maternidad.