El secretario nacional de Energía, Jorge Rivera Staff, señaló que se han pagado 150 millones de dólares a las empresas distribuidoras de combustible, en concepto del subsidio establecido para los conductores, en julio del presente año.
El funcionario destacó que se está estudiando la posibilidad de extender el beneficio por otros tres meses, lo cual está contemplado en la Resolución 80-22, mediante el cual se adoptó mantener el costo fijo de $3.25 dólares de los combustibles de uso frecuente en Panamá (gasolinas de 95 y 91 octanos, y el diesel sin azufre).
«Estamos viendo el comportamiento del precio internacional del petróleo. Eso nos mostrará si la medida de congelamiento del precio del combustible en Panamá puede extender por otros tres meses», indicó Staff.
Destacó que esto también conlleva observar la capacidad fiscal del Estado para poder mantener el plan de combustible subsidiado por otro trimestre.
Durante la vigencia de este subsidio, se han pagado entre 48 y 49 millones de dólares a las empresas distribuidoras de combustible en Panamá. Estas cifras, reveló, son las que están manejando a nivel gubernamental, a fin de establecer si se va a mantener el subsidio al precio del galón de combustible.
El Secretario Nacional de Energía instó a los consumidores del combustible a hacer un uso razonable de este beneficio, reiterando que no existe tope para que una persona reciba el combustible subsidiado.
El precio internacional del petróleo ha experimentado un alza en la última semana, motivada por el recorte en la producción por parte de Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
Este recorte, vaticinan los expertos, devolverá el precio del barril de crudo a cerca de 100 dólares, gracias al impulso en la demanda mundial y a que la producción ha bajado.
En poco menos de dos semanas, el precio del barril de petróleo había caído por debajo de los 85 dólares; sin embargo, con el recorte de la OPEP, el costo se ha ido incrementando paulatinamente, a pesar de la preocupación por la recesión y los aumentos de tasas de interés en el sector bancario estadounidense.