La Comisión Europea ha propuesto este viernes a los Veintisiete prohibir las importaciones de oro ruso como pare del nuevo paquete de sanciones que los gobiernos europeos prevén adoptar a lo largo de la semana próxima, con el objetivo de mantener la presión sobre el régimen de Vladimir Putin y de alinearse con medidas ya adoptadas por socios del G7.
El vicepresidente comunitario Maros Sefcovic ya adelantó a primera hora del viernes que Bruselas buscaba el consenso con los Veintisiete para restringir el oro porque «es un producto básico importante para las exportaciones de Rusia».
«Son sanciones duras y contundentes», ha dicho más tarde el Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, quien ha destacado que la propuesta refleja el «enfoque coordinado con los socios internacionales» y ha adelantado que los Veintisiete también discutirán una ampliación con nuevos nombres en la lista de sancionados por su connivencia con el régimen ruso.
Además del veto al metal precioso, el Ejecutivo comunitario quiere reforzar los controles en las exportaciones de tecnología avanzada y de doble uso, así como reforzar los requisitos de información en la aplicación más dura de la congelación de activos a sancionados por la UE.
El paquete también reitera que las sanciones de la UE no se dirigen de ninguna manera al comercio de productos agrícolas entre terceros países y Rusia, aclaran los servicios comunitarios, que añaden que la que será la séptima ronda de sanciones servirá también para «aclarar el alcance» de sanciones económicas y financieras previas.
Bruselas plantea también prorrogar las actuales sanciones de la UE durante seis meses, hasta la próxima revisión a finales de enero de 2023.
La propuesta de la Comisión estará en la agenda de los ministros de Asuntos Exteriores de la UE que se reúnen el próximo lunes en Bruselas, si bien no se espera una decisión definitiva para la adopción de las sanciones hasta más adelante en la semana, probablemente en un encuentro a nivel de embajadores el miércoles.