El desmesurado incremento de nuevos contagios registrados durante las últimas semanas obliga a reflexionar sobre las decisiones que se toman. Porque a pesar de las esperanzadoras señales de la nueva variante ómicron, no podemos asumir que la misma se ha tomado el escenario en carácter de exclusividad: la delta sigue presente y no podemos bajar la guardia ante los riesgos que ella representa.
Aún en un probable escenario dominado por la nueva cepa, la ómicron, se corre el riesgo que su enorme poder de contagio ponga en jaque los sistemas hospitalarios al sobrepasar la capacidad de los mismos en cuanto a camas, insumos y personal disponible.
En la situación presente sobra destacar la urgencia de una estrategia sanitaria cuya columna vertebral sea el control de los contagios; y para ello no queda sino impedir los eventos multitudinarios e insistir en el cumplimiento estricto de las medidas de bioseguridad.
Pero, no siempre las decisiones atienden a la realidad ni a la lógica.
Es totalmente incomprensible que se permita la realización de eventos feriales mientras se prohíben los bailes, discotecas y cantaderas dentro de los mismos so pretexto de controlar las arriesgadas aglomeraciones. Una feria, del tipo y en el lugar que sea, es un evento de asistencia multitudinaria y el caldo de cultivo perfecto para impulsar el aumento de las cifras de contagios.
Una vez más, las autoridades correspondientes toman medidas absurdas donde se favorecen los intereses de unos en contra de los de otros sectores y con las que, al final, se afecta el interés colectivo. Porque si la excusa esgrimida es favorecer la recuperación económica de quienes participan en las ferias, no se puede atentar contra el mismo derecho de recuperación que tiene el sector de la música: todos con derecho a ganarse el sustento y velar por el de sus familias.
Las normas aplican para todos o no aplican para nadie. Y en la situación que rige, el interés mayoritario debería ser el centro de las decisiones de cualquier funcionario. Controlar las infecciones es el objetivo principal en estos momentos, para no llegar a los escenarios con los que algunos ya amenazan de nuevos cierres y cuarentenas: la economía del país no resistiría otro golpe semejante.