«Es una gran sensación estar aquí de vuelta en Italia, gracias a todos por el apoyo, Italia es como una segunda casa para mí», declaró.
En su primera participación en el Masters, torneo que reúne a los ocho mejores tenistas de la temporada, Ruud, de 22 años, confirmó sus progresos en la superficie dura para llevar al serbio al tie-break al término de una primera manga de más de una hora.
Pero ‘Nole’ supo aumentar el nivel para llevarse el set y encadenar el segundo ya con menos problemas.
Con su triunfo la estrella serbia se pone al frente del grupo verde, a la espera del segundo partido de la jornada, entre el griego Stefanos Tsitsipas (N.4) y el ruso Andrey Rublev (N.5).
Frente a un Ruud sin complejos, al que solo se había enfrentado una vez, en tierra batida, y ganado (Roma 2020), a Djokovic le costó arrancar, perdiendo con su servicio el primer juego.
Pero rápidamente recuperó y se situó 3-3. Ruud hizo algunos milagros en defensa, principalmente para salvar las dos primeras bolas de set con su servicio (4-5), pero no le alcanzó para llevarse el tie-break.
Djokovic, protagonista de algunos intercambios espectaculares desde el fondo de la pista, cerró la primera manga con un gran golpe de derecha cruzado.
Primer noruego en participar en el Masters, a Ruud no le alcanzó la energía para plantar batalla en la segunda manga, cerrada en media hora por el número 1.
El serbio se llevó los aplausos al final del partido y recibió la copa de número 1 mundial, entregada para celebrar su nuevo récord: terminar el año como primero por séptimo año, uno más que Pete Sampras, su ídolo, al que rindió homenaje.
«Una de las cosas más difíciles en nuestro deporte es acabar número uno al final de año, tienes que jugar realmente bien, con consistencia y tener mucho éxito a lo largo del curso en todas las superficies. Estoy muy orgulloso», señaló.
En su carrera por destrozar todos los récords, Djokovic busca en Turín una sexta victoria en el Masters, con la que alcanzaría a Roger Federer.