Sinovac-CoronaVac: La segunda vacuna china listada por la OMS

Sinovac-CoronaVac, es la octava vacuna contra la COVID-19 listada por la Organización de la Salud (OMS) para su uso de emergencia, y la segunda fabricada en China.

Esta vacuna fabricada por la empresa Sinovac, estaba siendo aplicada en 17 países, y es el segundo biológico chino listado por la OMS.

México, El Salvador, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Brasil, Chile, Túnez, Albania, Turquía, Azerbaiyán, China, Tailandia, Camboya, Malasia, Indonesia y Filipinas, le dieron luz verde para suscribir acuerdos bilaterales.

El fármaco, que se aplica también en las islas Seychelles, ha sido cuestionado.

En el archipiélago, se ha registrado una importante cantidad de nuevos cuadros de la Covid-19 a pesar de que tiene el 65% de su población completamente vacunada y el 70% al menos una dosis.

Chile es otro ejemplo de nuevas oleadas en plena campaña de vacunación.

Sin embargo, como explicó la Organización Panamericana de la Salud, en una sesión informativa para la prensa, el incremento de casos en países que, además, tienen altos registros de vacunación, como en estos dos casos, es resultado de varios factores.

Principalmente, la poca disciplina social en el acatamiento de las medidas de salud pública, motivada por un exceso de confianza de las personas.

Las vacunas no son perfectas, pero todas tienen una alta eficacia para prevenir cuadros severos, hospitalizaciones y muerte por el SARS-CoV-2.

Cómo funciona CoronaVac

Este fármaco está desarrollado con base a las proteínas de virus inactivados. Esta tecnología es del tipo de las usadas para la gripe o la hepatitis B.

Los investigadores de Sinovac, recolectaron muestras del coronavirus de pacientes de China, Gran Bretaña, Italia, España y Suiza.

Una muestra de China sirvió finalmente de base para la vacuna, detalló The New York Times.

Cultivaron grandes reservas del coronavirus en células de riñón de mono.

A estos cultivos se les irrigó con una sustancia química llamada beta-propiolactona, que desactivó los coronavirus al unirse a sus genes.

El coronavirus inactivado no se replica, es decir, no enferma. Pero sus proteínas, incluida la de espiga, permanecieron intactas.

Los virus inactivados se mezclaron con una pequeña cantidad de un compuesto a base de aluminio llamado adyuvante. Los adyuvantes estimulan el sistema inmunitario para potenciar su respuesta a una vacuna.

De esta forma, al vacunarse con el fármaco, el sistema inmunitario puede responder a una infección de coronavirus vivos.

Los linfocitos B producen anticuerpos que se adhieren a los invasores. Los anticuerpos dirigidos a la proteína de espiga pueden impedir que el virus entre en las células.

Y, otros tipos de anticuerpos pueden bloquear el virus por otros medios.

Esta plataforma de desarrollo, fue usada por Jonas Salk para crear su vacuna contra la polio en la década de 1950.

También es la base de las vacunas contra otras enfermedades, como la rabia y la hepatitis A.

La eficacia en los ensayos clínicos

Un ensayo clínico de fase 3 en Brasil mostró que dos dosis, administradas en un intervalo de 14 días, tenían una eficacia del 51% contra infección sintomática por SARS-CoV-2.

Una eficacia de 100% contra COVID-19 grave, y 100% contra hospitalización a partir de 14 días después de la segunda vacunación.

La eficacia de la vacuna se mantuvo en grupos con y sin comorbilidades e independientemente de la infección previa por SARS-CoV-2.

Datos provisionales de los ensayos de fase 3 en Indonesia registraron una eficacia 65,3% y Turquía del 83,5% contra síntomas por SARS-CoV-2, en todos los entornos, suscribe SAGE.

La eficacia en el mundo real: Chile

Un estudio posterior a la introducción en Chile, siguió a cerca de 10,5 millones de personas entre el 2 de febrero y el 1 de abril, y demostró una eficacia del 67%, informó el gobierno de ese país.

La eficiencia para evitar hospitalizaciones fue del 85%,  para evitar los cuadros graves con ingreso a Unidades de Cuidado Intensivo 89%,y el 80% contra la muerte.

Este estudio se presentó el pasado 16 de abril, y en ese momento, Chile había aplicado 12.726.959 dosis, de las cuales 7.600.908 corresponden a inoculados con una dosis y 5.126.051 con dos dosis.

“En un escenario de alta actividad epidémica, la vacuna estudiada fue efectiva para prevenir la infección sintomática por SARS-CoV-2, así como las formas más graves de la enfermedad”, registró el estudio.

Las recomendaciones de la OMS

Esta vacuna está recomendada para inocular a personas mayores de 18 años en adelante, con un intervalo de 2 semanas entre una dosis y otra.

A pesar de que, en los ensayos clínicos, no se representó a las personas mayores de 60 años, el estudio de eficiencia realizado en Chile, sugirió una eficacia uniforme de la vacuna en todos los grupos de edad, .

Se realizó un estudio observacional, en trabajadores de salud en Manaus, Brasil, donde las infecciones por la variante P.1 representaron el 75% de las muestras de SARS-CoV-2 genotipadas, como parte de la vigilancia en el pico de la epidemia en enero de 2021.

La eficacia contra la infección sintomática fue de un 49,6%.

El estudio de cohorte realizado en Chile, donde circulan B.1.1.7 y P.1 demostraron una alta efectividad de la vacuna contra hospitalizaciones y muertes.

Aún no hay información disponible con respecto a B.1.617.

La OMS alentó a los países que usan la vacuna en presencia de variantes a monitorear la eficacia, en particular para capturar datos sobre la frecuencia y la gravedad de cualquier infección importante debida a variantes.

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