El nuevo toque de queda impuesto por el Gobierno en la región Metropolitana, ha puesto en una encrucijada a los dueños de los restaurantes y trabajadores, que buscan cómo salir adelante de una situación límite.
Desde el pasado 7 de junio cuando se inició el toque de queda desde las 10:00 p.m. hasta las 4:00 a.m en la región Metropolitana, el promedio de venta en el sector de los restaurantes se ha reducido en un 50%, según los cálculos de la Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá (Arap). “Esta situación impide continuar con la reactivación de miles de contratos de trabajo suspendidos, al mismo tiempo que hemos tenido que mandar personal a su casa porque ocho horas de trabajo no justifican tener dos turnos”, asegura Domingo De Obaldía, presidente del gremio.
Cuando se inició la pandemia respiratoria la Arap tenía aproximadamente 18 mil trabajadores, de este total 5 mil fueron despedidos. “Nos quedamos con una plantilla de solo 13 mil trabajadores. A medida que las ventas han mejorado se ha ido reactivando los contratos de 6 mil 500 trabajadores entre personal de cocina y saloneros, sin embargo, este mes no vamos a reincorporar a más colaboradores y de los que hemos traído, hemos tenido que mandar a algunos para la casa”.
De acuerdo con la hoja de ruta establecida por el Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral, el sector terciario que incluye: el comercio al por mayor y menor; hoteles; restaurantes y actividades inmobiliarias, entre otros, tiene hasta el mes de octubre para la reincorporación total de los trabajadores con contratos suspendidos.
Impacto económico
Para el gremio empresarial con la medida del toque de queda que limita la atención al público hasta las 9:00 p.m., en los restaurantes, se demuestra que el Gobierno sigue distanciado de la parte económica.
“No hay que castigar a un sector por gente que está haciendo mal el trabajo, este es un país muy chico y el Gobierno sabe exactamente quienes son lo que están incumpliendo las normas. Las autoridades tienen que hacer cumplir la ley, y no desviarse hacia los más fácil que es bajar el toque de queda a las 10:00 p.m., ya que en esta industria más del 60% de las ventas se registran en las noches”, dijo el presidente de la Arap.
El empresario sostiene que la caída en las ventas de los restaurantes ha impactado la recaudación de impuestos, así como a otros sectores de la economía: el agro y la pesca.
“Con esta medida se está afectando a la economía y a un grupo que produce mucho al país. También nos preocupa qué va a pasar el próximo domingo que es el día del Padre. Esas consideraciones veo que el Gobierno no las está evaluando”, dijo De Obaldía.
El pasado viernes la Arap envió una nota al Ministerio de Salud para evaluar estos temas así como las inspecciones a los locales, donde entran entre 15 a 20 personas de los diferentes ministerios para ver cómo está la situación dentro de los restaurantes. Al cierre de esta edición el gremio asegura que no ha recibido respuesta de las autoridades.
Los restaurantes y bares fueron unos de los sectores más impactados durante 2020 debido a las restricciones de movilidad y las limitaciones a la atención presencial impuestas por el Ministerio de Salud para prevenir los contagios en el país.