La influencia de la Semana Santa española en Panamá

Las campanas suenan al repique del cortejo fúnebre. Mientras el misterioso olor del incienso abre camino al paso cubierto de rosas, lirios y claves, que lleva sobre sí una imagen que evoca mistisismo, fervor, arte e historia. La advocación de la Virgen María sale a recorrer las calles del pueblo en la procesión del Santo Entierro en el segundo día del Triduo Pascual que rememora la Pasión, muerte y resurrección del Cristo, dios hecho hombre en la religión cristiana que aglutina a más de 2,400 millones de fieles en todo el mundo.

Desde hace siglos y hasta nuestros tiempos actuales la Semana Santa de Andalucía, y muy especialmente las de Sevilla y Málaga son verdaderos escenarios de fe, arte, cultura y tradición. De hecho la procesión de «La Madrugá» en Sevilla es la procesión más grande y extensa del mundo. Es el paso del Jueves Santo al Viernes Santo, donde hay un público espectador de más de medio millón de personas. Participan alrededor de 15,000 nazarenos, seis hermandades y 12 pasos. Este ritual tiene una duración de entre 12 y 14 horas. Especial mención a la Hermandad de la Esperanza Macarena que sale a las 11:00 pm del Jueves Santo y termina su estación de penitencia pasada la 1:00 pm del Viernes Santo.

Con la llegada de los españoles al nuevo mundo y a Panamá, y después de 500 años existen varias tradiciones que destacan dentro del legado de tradición y fe dejado por los colonizadores. Es en las provincias de Herrera y Los Santos donde se resguardan estos cultos de apreciada similitud con las celebraciones de la Semana Santa de Andalucía, España.

El esplendor de los pasos adornados con las más finas flores, la impresionante muestra de arte en el ajuar que utiliza Nuestra Señora de los Dolores son aspectos que todavía resguardan algunas comunidades del interior y que son reflejo fiel de la Semana Santa de Sevilla.

Pero es importante indicar que la Semana Santa en nuestro país tiene influencia española, pero también de Perú pues fuimos parte del Virreinato del Perú, con el tiempo cada pueblo le fue adecuando sus costumbres y tradiciones.

El artista, historiador y diseñador Horacio Prado señala que en la antigüedad todas las dolorosas en nuestro país salían a procesionar bajo palio, para el Virnes Santo, era una tradición de rigor.
«De hecho en Las Tablas en los registros de la parroquia se habla que la Virgen de los Dolores procesionaba bajo palio, un palio muy elaborado que fue traído de España pero se quemó en el incendio el 26 de febrero de 1958. Estas tradiciones con el tiempo se perdieron pero en los últimos años se ha visto un resurgir de estas costumbres de antaño», sostiene Prado.

La influencia de la Semana Santa española en Panamá está marcada por épocas. En un inicio las celebraciones litúrgicas de Semana Santa eran similares en todas partes, igual sucedía con los pasos procesionales pues prácticamente tenían el mismo concepto en todas partes.

Con el tiempo se fueron perdiendo muchas cosas, la tradición se fue corriendo y pues ahora hay como un rescate de todas estas cosas. Prado expresa que artísticamente por ejemplo cada región en Panamá tiene un toque muy de la región. «Por ejemplo si vas a Penonomé a mí me llama mucho la atención los pasos que son muy el colmena y esas cosas no tienen que ver nada con la Semana Santa española, pues la Semana Santa española más que nada es por los pasos no por los arreglos. Cada región artísticamente hablando presenta aspectos singulares de su historia y también la influencia española, más en unos lugares que en otros»

Agrega que la Semana Santa en Guararé de los últimos años tienen elementos muy marcados, sus pasos bien elaborados con estandarte con ese tipo de cosas que son muy de la Semana Santa en Sevilla. «El sepulcro de La Villa de Los Santos es singular, no hay otro sepulcro así y sí tiene influencias españolas pero también tiene mucha similitud con los que se ven en el Perú», expresa el investigador.

La Virgen de los Dolores

En algunas comunidades del interior otra de las expresiones que evocan una españolización de la Semana Santa es Nuestra Señora de los Dolores. En el caso de la imagen de la virgen que se encuentra en la Parroquia Santa Librada de Las Tablas una obra de arte confeccionada hace ya varios siglos, una imagen de vestir con pronunciado acento sevillano.

Horacio Padro es el mayordomo de la Dolorosa de Las Tablas y desde hace 25 años ha sacado y que procesione bajo palio. En el caso del vestido de las vírgenes guardan una especial similitud con la Semana Santa de España.

Para hablar de dónde proviene e la Virgen de la Soledad o de la Dolorosa habría que remontarse, hasta la viuda de Ureña (Condesa María de la Cueva 1566) que fue la primera que vistió a una imagen de la Virgen de la Soledad con su vestido de viuda, o sea, fue la primera manifestación de luto, una Soledad vestida por la criada de la viuda de Ureña que la ha visto con uno de sus trajes de viuda porque ella atribuía el dolor de María a algo de viudez, en el sentido de que María era viuda, porque José, murió y viudez en el sentido del luto por la muerte de su hijo, Jesús el dios hombre. Ella fue la primera que que concibió esta tradición», explicó Prado.

El atuendo de la Virgen de la Soledad fue vestida con sus atuendos de tipo Habsburgo que se extendió por toda la América y más por la América virreinal. Un vestido muy de rigor ya después con las variantes. Las vírgenes de este tipo han tenido muchas variantes pero guardan su esencia.

Reiteró qur se está viviendo una renovación, por ejemplo, el atuendo nuevo que usa la Dolorosa de Las Tablas fue confeccionado totalmente en Perú, bordado en hilos de oro y todas las técnicas que ellos que resgurdan aún.

Después del Santo Sepulcro, es la Virgen de la Soledad la de mayor importancia. En algunas regiones del interior, en sus vestimentas se puede apreciar esa sitial de preponderancia. igual se apreciar su acentuada influencia española.

? El Ajuar de La Virgen de Los Dolores , sigue el patrón clásico de las virgenes de Pasión sevillanas. El terno que luce esta imagen consta de saya, manto, rostrillo y sobre toca de encajes, complementa el atuendo un fají militar y engalanan la Virgen Dolorosa Joyas tradicionales representativa de nuestra tierra.

La Semana Santa en La Villa

El investigador y diseñador de interiores Antonio Pinzón del Castillo expone sobre la Semana Santa en La Villa de Los Santos, expresiones de tradición y fe, única en nuestro país.

Quien haya visitado o haya tenido contacto, al menos virtual con las manifestaciones religiosas de las mencionadas regiones hispánicas, al visitar La Villa podrá comprobar cómo aún muchas reminiscencias del pasado colonial aún se hacen palpables en fechas religiosas como ésta. »

 

La Posa, también llamada «Las Palomitas» o «la flor del espíritu santo» es el momento cumbre de la procesión del viernes Santo, momento en que tras horas de recorrer las calles históricas de La Villa de Los Santos, los costaleros o cargadores llevan al Cristo yacente hasta el atrio del templo San Atanasio y se posan frente a su pórtico bajo una gran flor confeccionada manualmente que en su interior guarda fragantes flores, especialmente caracuchas, así como blancas palomas que al ser liberadas se alzan en raudo vuelo al cielo. También, se siente el olor a santidad que emana un perfume también fabricado especialmente para la ocasión, esparcido sobre el sepulcro. Los pétalos de la gran flor son abiertos tras el incienso de los violín y las graves voces masculinas que entonan un añejo canto titulado -El rey de la Gloria-, un momento sencillamente mágico que eleva a ésta procesión al éxtasis de lo sublime y bello. Luego, la Virgen desde siempre en La Villa bajo regio palio, entra al templo con acongojada expresión, tras ser escoltada por las féminas que le cantan al don de violines y flautas. Las Palomitas es una tradición llegada del Perú de antiguas raíces que nos llevan luego hasta zonas de la española Extremadura donde aún se puede apreciar en la zona de Badajoz», explica Pinzón del Castillo.

Pinzón resalta que además de La Villa de Low Santos hay otros pueblos que resguardan antiquísimas tradiciones.

«Existen en la península otros pueblos añosos, que como La Villa de Los Santos y Parita, resguardan tradiciones de semana Santa con rasgos coloniales, tal es el caso de Pesé, Ocú, Las Tablas o Las Minas. Algunos de éstos como Las Tablas y también Guararé celebran las corridas de los santos, evento que eminentemente resguarda un claro carácter colonial y que consiste en una carrera con las andas de procesión y culmina con el saludo de las imágenes. Las Minas con su mestiza y magnífica forma de arreglar el anda con palmas y caracuchas engarzadas también hace gala de ecos del pasado. Puede que varios de estos pueblos, incluso, hoy tengan andas profusamente adornada, pero sin duda la semana Santa de la histórica Villa de Los Santos es la tercera cinco veces centenario de un modelo que vino de la península Ibérica y tomó aquí sus propios ribetes de gloria, hecho que le acredita un plausible y honroso mérito», puntualizó.

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