A pesar de los recursos limitados y la reducción de los ingresos corrientes por la pandemia respiratoria, el Gobierno destinó $1,650 millones para mantener los programas de subsidios en 2020. Una suma muy alta, dicen los economistas, sobre todo en este momento «que no hay ingresos para atender esos compromisos».
Las subvenciones de mayor cuantía son las aplicadas a la tarifa eléctrica y a las personas mayores de 65 años que no tienen jubilación ni pensión, según detalló el presidente de la República, Laurentino Cortizo, durante su informe a la nación desde la Asamblea Nacional el pasado sábado.
El mandatario dijo que el gasto en subsidio eléctrico fue por $255 millones entre marzo y diciembre de 2020. “Esta cifra contempla $90.7 millones del subsidio regular y $164 millones del subsidio otorgado por la Covid-19”. Este beneficio cubre el 95% de los clientes a escala nacional, agregó.
Desde el mes de abril y como un apoyo temporal por la pandemia, el Gobierno ha otorgado a los clientes residenciales que consumen entre 0 y 300 kilovatios horas, un descuento de hasta 50% de la factura eléctrica al mes, mientras que los clientes que consumen entre 301 kilovatios horas y 1,000 kilovatios horas, reciben 30% de descuento.
También se destinó $180 millones para el programa de 120 a los 65. A través de este subsidio se les otorga una transferencia de $120 a personas mayores de 65 años que no tienen jubilación ni pensión.
Para el programa red de oportunidades- destinado a familias en situación de pobreza extrema-, se dirigió $19 millones, mientras que para pase-U, antes conocido como Beca Universal, se asignó un gasto de $74 millones. Además de estos subsidios, el Gobierno también hace aportes a las empresas; a los hogares (como los aplicados al tanque de gas y al combustible), y a la Caja de Seguro Social, entre otros.
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Urge priorizar
Para el economista Olmedo Estrada, $1,600 millones en subsidios es una suma muy alta, sobre todo en este momento, «que el país no tiene de donde generar los ingresos para atender esos compromisos».
“Es necesario realizar una revisión detallada de todos los subsidios y priorizar», asegura.
Estrada argumenta que los subsidios se deben emplear como medidas temporales y para solucionar situaciones particulares. “Una vez superada la situación, inmediatamente se deben eliminar, sin embargo nosotros tenemos subsidios que prácticamente son por tiempo indefinido, cuando hay miles de millones de dólares que se pueden reducir”.
En los últimos 10 años, se han entregado más de $15 mil millones en subsidios, según datos oficiales.
La diatriba que generan las subvenciones es que en oportunidades sirven de ayuda para las clases más necesitadas, pero también muchas personas que reciben estos beneficios, se acostumbran a vivir del Estado.
El especialista laboral, René Quevedo asegura que debido a la dramática caída del empleo formal, “un grupo de personas en el país, dejó de buscar trabajo ante la escasez de oportunidades para depender de apoyos del Gobierno”.
El presidente Cortizo, aseguró que su Gobierno ha gestionado $7 mil 776 millones de recursos de crédito para financiar la caída de los ingresos; hacer frente al presupuesto del Estado, pagar las amortizaciones de deuda; sufragar las necesidades del sistema de salud por los efectos de la pandemia y mantener los programas de subsidios.