La pandemia de covid-19 tiene un impacto económico «devastador» en las poblaciones más vulnerables del mundo, que han tenido que huir o que viven en zonas de conflicto, abocándolas al hambre o a la falta de escolarización, según el informe de una ONG publicado el lunes.
En el estudio «Espiral descendiente», realizado en 14 países (Malí, Afganistán, Venezuela y Colombia, entre otros), el Consejo Noruego para Refugiados (NRC) indica que cerca de tres cuartas partes de las mil 400 personas interrogadas señalan una clara degradación de su situación a causa de la crisis sanitaria.
Según este informe, 77% de ellas habían perdido el empleo o su salario se había reducido desde marzo, 70% tuvieron que disminuir el número de comidas en casa, y 73% afirman estar menos preparadas a llevar a sus hijos a la escuela debido a los problemas financieros.
«Las comunidades más vulnerables del mundo se encuentran en una peligrosa espiral descendiente», indicó el secretario general de NRC, Jan Egeland, en un comunicado.
Estas poblaciones, «ya forzadas a huir de su domicilio debido a la violencia, con a menudo derechos limitados en el trabajo o en el acceso a los servicios gubernamentales, el impacto económico de la pandemia los lleva a la catástrofe», dijo.
Antes de la pandemia, la ONU ya advirtió el empeoramiento de la hambruna en el mundo.
Según un informe anual publicado en julio, cerca de una persona de cada diez sufría desnutrición crónica en 2019, una proporción que iba en aumento debido al covid-19.
El estudio de NRC fue realizado en 1.413 personas de 14 países: Afganistán, Colombia, Irak, Kenia, Libia, Malí, Uganda, Venezuela, Somalia, República Democrática del Congo, Líbano, Jordania, Burkina Faso y Yemen.