Días atrás repasando esas páginas web que uno puede guardar como favoritas, me encontré con un vínculo de la Biblioteca Nacional, el cual al clicar me presentar con una serie de documentos que giran en torno a la historia y al pensamiento del Movimiento Acción Comunal.
El documento digitalizado comienza con el título “Biblioteca de Acción Comunal, Panamá, sus problemas y sus hombres. Título que me hizo cavilar sobre la situación actual de nuestro país en medio de esta crisis sanitaria, y en el devenir de nuestra institucionalidad democrática una vez pasemos esta situación de salud púbica..
El Movimiento Acción Comunal nació hace noventa y siete años, cuando el 19 de agosto de 1923, un grupo de jóvenes panameños de distintas áreas del país, entre los cuales destacaron Ramón Mora, Víctor Florencio Goytía, José Pezet, José Manuel Quirós y Quirós, Alberto Guardia Jaén, Manuel Gálvez, Enrique Gerardo Abrahams, German Gil, entre otros, deciden crear un movimiento para ser la antorcha del clamor popular, por reivindicar la dignidad nacional, de los vejámenes que sufría el pueblo panameño a partir de la firma del Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903 y al establecerse en la Constitución de 1904 el artículo 136, que permitía la intervención de los Estados Unidos de América, para establecer la paz pública y el orden constitucional. Pero además para también su posición se opone la creciente influencia estadounidense en las instituciones del Estado, cabe recordar que importantes cargos públicos era ocupados por ciudadanos norteamericanos, desplazando a panameños jóvenes que tenían la formación y la capacidad para el ejercicio de esos cargos de la Administración Pública.
En el Acta de Fundación de la Institución Acción Comunal, los primeros miembros destacan que la institución tiene como fin fomentar una campaña por el progresos material y moral de la República de Panamá, pero además resaltan darle el espacio a la mujer, la cual fue propuesta por José Manuel Quirós y Quirós, quien expresó “En estos tiempos en que el feminismo avanza con paso firme en todas las naciones civilizadas, creo que nosotros debemos seguir el ejemplo de estas Corporaciones Extranjeras y hacer lo posible porque el elemento femenino preparado y capaz de luchar en bien de la Patria, colabore a nuestro lado, en la seguridad que este paso sería provechoso para todos.”
Este movimiento, fue bautizado por el Dr. Víctor Florencio Goytía, bajo el nombre de “Acción Comunal”, cuyo lema es “Patriotismo, Acción, Equidad y Disciplina. Con los años venideros el movimiento de Acción Comunal fue creciendo y su protagonismo en la vida nacional también, por lo cual tuvo que trabajar en la clandestinidad por las persecuciones de los gobiernos de turno. En 1926 se opusieron a la firma del Tratado Kellogg-Alfaro, el cual era humillante para el país.
El documento encontrado de Acción Comuna titulado Panamá, sus problemas y sus hombres, a pesar de haberse escrito casi cien años atrás, tiene un valor trascendental en los momentos cruciales en que se encuentra nuestra Nación.
Hace seis lustros, después de una invasión que puso fin a la Dictadura Militar, el país reinicio un proceso de retorno a la Democracia, la cual en vez de ir fortaleciéndose se ha ido debilitando por la mezquindad y la falta de visión política, que impiden un desarrollo profundo del Estado panameño.
Abrazamos y enunciamos fácilmente las palabras Democracia, Libertad, idealismo, altruismo, como en su época denunciaba Acción Comunal, pero al final todos los panameños hemos sucumbido a las ideas contrarias: materialismo, egoísmo, coacción y oligarquía. Pareciera que en los noventa años los panameños no hemos cambiado sociológicamente.
La Acción Comunal marca el principio de la participación de la juventud en la política nacional, antorcha que después fue adquirida por el Frente Patriótico de la Juventud, bajo el ideal de levantar la moral de la Patria, bajo los principios de la Democracia, la Justicia y la Libertad.
Hoy en medio de esta crisis sanitaria, donde sale a flote las debilidades, las falencias del Estado panameño, los panameños tenemos que ver de manera amplia, sin banderas políticas, con la ideología de la concordia por la cual liberales y conservadores fundaron la República el 3 de noviembre de 1903, de reorientar a la Nación hacia una nueva era.
Bien lo anuncia Acción Comunal en su pensamiento, “afortunadamente la conciencia popular tiene los atributos del Fénix. Bastó el rescoldo del fuego de unos pocos no contaminados o salvados del naufragio de la dignidad, para que reviviese y se levantase orgullosa y fuerte, y desafiase a los tiranos empeñados a perder el país.”
Tenemos que hacer un alto la política barata, la política alejada de la ciencia, que solo se concentra en lo transitorio, en lo cortoplacista, la que tiene al país sumergida en una profunda crisis en medio de esta pandemia, que pone en evidencia que el país navega como barco a la deriva.
La Patria sucumbirá si nos quedamos en la inacción, guardo la esperanza de que los panameños y panameñas dejemos de lado los intereses personales, colectivos, para abrir paso a un gran acuerdo nacional, que transforme el Estado, con reformas en la Administración Pública, con el fortalecimiento del servicio civil; con reformas del sistema educativo (educación básica, media, post media, universitaria y técnica; una reforma al sistema de salud, que acabe con la dualidad de funciones y la carencia de nuestros centros de salud, y hospitales; continuar con el proceso de descentralización, fortaleciendo la gestión pública y financiera de los gobiernos locales, con planes de urbanismos para darle una mejor calidad de vida a todos los ciudadanos del país.
Hoy, como ayer, sigue vigente el ideario de Acción Comunal, donde la juventud está presente: “porque es la juventud la llamada a unir sus esfuerzos con el nuestro. Y para nosotros son jóvenes todos los que alientan un corazón que sepa latir ante lo noble, lo grande y generoso, y un espíritu abierto a todo análisis y pronto a toda rectificación. Vengan a nosotros todos esos elementos capaces de propender a esta obra de redención nacional y entonces podremos augurar, orgullosos, el triunfo de nuestras aspiraciones y la grandeza de la Patria, como aspiraban los miembros de Acción Comunal.