La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó que la pobreza en Panamá aumentará un 2,9%, como resultado de la crisis generada por la pandemia Covid-19, pasando de 14,6% a 17.5%, mientras que préve que la pobreza extrema escalonará de 6,5% a 8.5%, con una subida de 2%, en una población estimada en 4.3 millones de habitantes. Para finales de 2020, un total de 752 mil personas vivirán en condición de pobreza y 365 mil en situación de pobreza extrema.
El Banco Mundial, en su revisión de abril, manifestó que «Panamá ha logrado un progreso significativo en la reducción de la pobreza en los últimos años, en parte debido al crecimiento económico y a las transferencias públicas. Entre 2015 y 2018, utilizando la línea de pobreza de US$5,5 al día, resultaría en una disminución de pobreza del 15,4% a un 12,5%, mientras que la pobreza extrema, fijada en US$3,2 diarios, declinó de 6,7% a un estimado de 5,1%. Pero la pobreza solo disminuyó marginalmente en 2019 y se espera que aumente en 2020 como resultado del brote de la COVID-19, afectando los avances logrados».
Desplome de las economías de la región arrastran el empleo y aumentan la pobreza
La CEPAL ajustó por segunda vez sus estimaciones desde que se declaró la pandemia en la región, y ha proyectado a la baja el crecimiento de la economía de 17 países de los 20 que integran la región, con una caída del -9.1% la tasa de variación del PIB por la evolución de la pandemia Covid-19, y estimó que la desocupación afectará a 44 millones de personas alcanzando una tasa de 13,5%.
La región, mostrará disminuciones del 9,4% en América del Sur, el 8,4% en Centroamérica y México, y el 7,9% en el Caribe, sin incluir Guyana, cuyo fuerte crecimiento lleva el total subregional a una caída del 5,4%.
La economía panameña caerá -6.5% en 2020, un desplome más severo que el estimado en abril, y previsto en -2%, en el informe de esa fecha.
Lea aquí: CEPAL:economía panameña caerá un -6.5% en 2020
Los resultados de la nueva proyección de la CEPAL se traducen en que un 79,2% de la población de la región pertenecerían a los estratos de ingresos bajos o medio-bajos, con ingresos per cápita de hasta tres veces la línea de pobreza, estimada en 142 dólares, consigna el organismo en esta nueva revisión: Enfrentar los efectos cada vez mayores del COVID-19 para una reactivación con igualdad: nuevas proyecciones.
La distribución de los ingresos sufrirá un impacto negativo, según el informe. De acuerdo con el organismo, el índice Gini de la región se incrementaría entre un 1% y un 8% en los 17 países analizados.
Panamá, lo aumentaría entre un 3,0% y un 3,9% junto a países como Costa Rica, Bolivia y República Dominicana. Según el Banco Mundial, Panamá continúa siendo uno de los países más desiguales de la región solo superado por Brasil y Honduras, con un coeficiente de 49,2 en 2018.
El 80% de la población de América Latina y el Caribe está en estado de vulnerabilidad, advierte la CEPAL. Ocho de cada 10 personas vivirán con ingresos por debajo de 3 líneas de pobreza (142 dólares a 2010) es decir con 500 dólares mensuales.
Estima como posible, el cierre de más de 2,7 millones de empresas formales con una pérdida de 8,5 millones de puestos de trabajo, sin incluir reducciones de empleos en empresas que seguirían operando. Los sectores más afectados serán las microempresas con más de 2,65 millones cerradas y casi 100 mil pequeñas empresas debido a su elevada participación en los sectores que recibirán los efectos más fuertes de la crisis entre estos del comercio minorista, hoteles y restaurantes, y otros servicios.
Al 3 de julio de 2020, treinta países de América Latina y el Caribe habían adoptado 190 medidas de protección social para que los hogares más pobres, vulnerables y precarizados pudieran hacer frente a la pandemia, explica el informe. Estas medidas incluyen transferencias monetarias, transferencias en especie y aseguramiento del suministro de servicios básicos. Las transferencias monetarias y en especie llegan a alrededor de 69 millones de hogares, a los que corresponden 289 millones de personas o el 44% de la población regional. El gasto previsto durante seis meses correspondería a 67.1 millones de dólares, alrededor del 1,3% del PIB de 2020.
El organismo recomendó la dotación de un ingreso básico de emergencia a la población en pobreza equivalente a 141 dólares, y un bono contra el hambre a toda la población en extrema pobreza, de 67 dólares mensuales.
En Panamá, el gobierno a través del plan Panamá Solidario entrega 100 balboas mensuales a las personas con contratos de trabajo suspendidos bajo la figura del Vale Digital – que hace uso de la cédula de identidad personal como una tarjeta de débito para la compra de alimentos y medicinas -, el bono solidario por igual cantidad que es entregado a través de las 609 Junta Comunales en el país, y bolsas de alimentos que son distribuidas entre la población más vulnerable.