En una carta pública, la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIA) hace un llamado a los panameños a poner su mejor voluntad para engrandecer a la Patria, recuperar la confianza y el respeto como normas que rijan nuestras relaciones y que la transparencia y rendición de cuentas definan los asuntos tanto públicos como privados.
Carta a los panameños para la Navidad 2018
La Navidad es una celebración de carácter mundial animada por el espíritu de la confraternidad entre los hombres y las naciones. Así, es un período que anticipa la llegada de un año nuevo, propiciando anhelos personales y colectivos de paz, prosperidad y solidaridad, de manera muy especial, con los que menos tienen.
El año por terminar ha significado para el país un período de gran complejidad, marcado por la preocupación en torno a los problemas que afectan la institucionalidad de la República y, en ese contexto, el deterioro en la administración de justicia, piedra fundamental de un verdadero Estado de Derecho.
En este panorama, nos encaminamos a un torneo electoral a partir de cuyos resultados habrá de renovarse nuestros poderes públicos.
La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá considera propicio el momento que determina la Navidad para instar a los panameños a aportar la mejor de nuestras voluntades al propósito común de engrandecer aún más la nación que nos identifica y proyecta en el mundo.
Qué tal si, todos juntos, nos proponemos recuperar los valores que nos han definido como una sociedad pacífica, tolerante e inclusiva, abierta a la contribución de aquellos que enriquecen nuestro país con el aporte humano y cultural traído de todas partes del mundo.
Qué tal si gobernantes y gobernados nos damos a la tarea de recuperar la confianza y el respeto como normas básicas que rijan nuestras relaciones, y que la transparencia y la rendición de cuentas definan los asuntos públicos y privados del país.
Qué tal si las fuerzas políticas deciden cohesionarse en torno al interés general y desechar prácticas que, como el populismo clientelista, socavan las bases de la democracia que tanto ha costado a los panameños.
Qué tal si quienes aspiran a regir los destinos nacionales a partir de las elecciones de 2019, lo asumen como el privilegio de contribuir a la grandeza del país y, en caso de lograrlo, ejercer el cargo con la responsabilidad de estadistas que esto entraña.
¿Qué mejores regalos que estos podemos hacerle a nuestra patria querida? ¡Feliz Navidad, Panamá!