La isla de San José ubicada en la costa del Pacífico de Panamá es un paraíso natural de 44 kilómetros cuadrados rodeados de playas de aguas turquesas, bosques tropicales, cascadas y ríos. Es la segunda isla más grande de las 90 que componen el Archipiélago de las Perlas, cuyo nombre proviene de la abundancia de perlas que existió en la zona, durante el período de la conquista española. En este lugar se halló la famosa Perla Peregrina que obtuvo Felipe II y que también fue propiedad de la actriz estadounidense Elizabeth Taylor, hasta su fallecimiento en 2011.
En San José se encuentran las cabañas Hacienda del Mar — únicas en el lugar— rodeadas de grandes palmeras y de 57 paradisíacas playas de aguas cristalinas ideales para un día de relax en privado. El sitio actualmente está habitado mayormente por tucanes con pico arcoíris, guacamayas, iguanas y es considerado uno de los mejores lugares de pesca deportiva del mundo, pues en sus aguas abunda una gran diversidad de peces y especies marinas.
Una vez llegas a las cabañas el personal se encarga de llevar el equipaje a las habitaciones mientras los guías turísticos dan la bienvenida con una breve charla. La amplia fachada se abre como una ostra y enmarca con su elegancia la gran terraza del segundo piso, donde se ubica el restaurante principal de la Hacienda del Mar desde donde podrás deleitar el paladar con ricos platillos del mar como langostas, ceviches, pescado frito que pueden ir acompañados de gran variedad de bebidas, allí también disponen de un bar.
El restaurante rodeado por tucanes y guacamayas son sin duda las aves símbolos del hotel. Luego de un día de excursión bajo el radiante sol desearás descansar en una de las hamacas que brinda el resort. En la noche los visitantes se reúnen para intercambiar historias de la experiencia del día. Si la aventura la deseas realizar con los pequeños de la casa el resort cuenta con una sala recreativa para niños.

Para llegar a San José lo más recomendable es ir en avión, cuyo vuelo sale desde el aeropuerto Marcos A. Gelabert de Albrook, puesto que hay aerolíneas que hacen viajes a esta paradisíaca isla del Pacífico en tan solo 30 minutos. Luego unos vehículos cuatro por cuatro esperan por el visitante para llevarlo a las cabañas. Si te animas de seguro vivirás una experiencia inolvidable junto a este hermoso paisaje natural.