La reciente iniciativa del presidente José Raúl Mulino de convocar a líderes regionales en Panamá para abordar la crisis venezolana reaviva el papel histórico del istmo como punto de encuentro de las Américas, una visión que se remonta a los ideales de Simón Bolívar. Esta propuesta se enmarca en la tradición panameña de mediación, papel ejercido de manera destacada en el Grupo de Contadora durante los conflictos centroamericanos de los 80. Hoy, ante la controversial elección presidencial en Venezuela, Panamá busca liderar un esfuerzo diplomático crucial.
La convocatoria de Mulino a 17 mandatarios que previamente apoyaron una resolución en la OEA sobre Venezuela, subraya la urgencia de una respuesta regional coordinada. Esta iniciativa cobra mayor relevancia ante las discrepancias sobre los resultados electorales y las protestas masivas en Venezuela.
El llamado de Panamá a «ensayar más acciones que apoyen la democracia» en Venezuela refleja su compromiso con la estabilidad regional. Este esfuerzo diplomático podría ser decisivo para fomentar un diálogo constructivo y encontrar una salida pacífica a la crisis, reafirmando el papel de Panamá como facilitador de consensos en las Américas.