Un mundo endeudado: informe de UNCTAD 2024

Casi un tercio de la deuda pública global es ahora responsabilidad de los países en desarrollo

El informe de 2024 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), titulado «Un mundo endeudado», aborda la creciente carga de la deuda pública global y sus implicaciones para la prosperidad mundial. Este documento ofrece un análisis exhaustivo de la situación actual de la deuda pública, destacando su impacto en los países en desarrollo y la necesidad urgente de reformar la arquitectura financiera internacional para promover el desarrollo sostenible.

Crecimiento exponencial de la deuda

El informe señala que la deuda pública global ha alcanzado niveles récord, con un monto total que se ha duplicado en la última década, pasando de 51 billones de dólares en 2010 a 97 billones de dólares en 2023. Este incremento es particularmente alarmante en los países en desarrollo, donde la deuda ha crecido el doble de rápido en comparación con los países desarrollados.

Distribución desigual de la deuda

Casi un tercio de la deuda pública global es ahora responsabilidad de los países en desarrollo, con China liderando seguido por Brasil e India. Esta distribución desigual subraya la vulnerabilidad de las economías en desarrollo frente a las fluctuaciones económicas globales y las políticas de endeudamiento.

Deuda y crecimiento económico

En África, la deuda pública está creciendo a un ritmo más rápido que el Producto Interno Bruto (PIB), lo que agrava la situación económica en el continente. Más de la mitad de los países en desarrollo ahora enfrentan niveles de deuda que superan el 60% de su PIB, una proporción que ha aumentado significativamente desde 2010.

Costos de la deuda externa

Los costos de la deuda externa para los países en desarrollo han vuelto a niveles anteriores a la pandemia de COVID-19, pero el servicio de la deuda sigue siendo una carga pesada. En promedio, los países en desarrollo dedican al menos el 6.3% de sus ingresos por exportaciones al servicio de la deuda externa, una cifra que supera los límites establecidos históricamente para evitar la asfixia económica.

Estructura de los acreedores

La diversidad y la naturaleza de los acreedores complican aún más la situación. Los acreedores privados, multilaterales y bilaterales hacen que la reestructuración de la deuda sea costosa y difícil de gestionar. Este escenario ha llevado a una disminución significativa de los flujos netos de recursos hacia los países en desarrollo, exacerbando la crisis de deuda.

Pago de intereses

El servicio de la deuda ha obligado a muchos países en desarrollo a destinar grandes proporciones de sus ingresos a los pagos de intereses, en detrimento de la inversión en sectores cruciales como la educación y la salud. En total, los pagos netos de intereses de los países en desarrollo alcanzaron los 847 mil millones de dólares en 2022, una cifra que ha aumentado significativamente en la última década.

Comparación con el gasto en desarrollo

Un número creciente de países en desarrollo está gastando más en intereses de la deuda que en servicios esenciales para sus ciudadanos. Por ejemplo, en África, el gasto per cápita en intereses supera al destinado a la educación y la salud. Esto refleja una tendencia preocupante donde las prioridades de gasto se desvían de las necesidades básicas hacia el cumplimiento de obligaciones financieras.

Consecuencias para la población

Más de 3.3 mil millones de personas viven en países donde el gasto en intereses de la deuda supera al gasto en educación o salud. Este desbalance tiene consecuencias directas sobre el bienestar y el desarrollo humano, perpetuando ciclos de pobreza y desigualdad.

Reforma de la arquitectura financiera internacional

El informe de UNCTAD hace un llamado urgente a la reforma de la arquitectura financiera internacional para abordar estos desafíos. Propone varias medidas clave, incluyendo:

  1. Mayor inclusión y participación de los países en desarrollo en la gobernanza financiera internacional para asegurar que sus necesidades y prioridades sean consideradas de manera efectiva.
  2. Mecanismos de reestructuración de la deuda más ágiles y efectivos, que incluyan la suspensión automática del servicio de la deuda en tiempos de crisis.
  3. Ampliación del financiamiento contingente, como el uso fortalecido de los Derechos Especiales de Giro del FMI y la expansión de las ventanas de acceso de emergencia.
  4. Escalamiento del financiamiento asequible a largo plazo, mediante la transformación y expansión de los bancos multilaterales de desarrollo para apoyar el desarrollo sostenible y movilizar recursos privados.

Inversión en desarrollo sostenible

Además de las reformas estructurales, el informe subraya la necesidad de aumentar significativamente la financiación para el desarrollo sostenible. Esto incluye el cumplimiento de los compromisos de ayuda y financiamiento climático, así como la canalización de recursos hacia inversiones que promuevan el crecimiento inclusivo y resiliente.

Conclusión

El informe «Un mundo endeudado» de UNCTAD 2024 destaca una realidad alarmante sobre la carga de la deuda pública global y sus profundas implicaciones para la prosperidad mundial, especialmente en los países en desarrollo. A través de un análisis detallado, se evidencia cómo la creciente deuda limita la capacidad de estos países para invertir en su desarrollo y mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos. La llamada a la acción para reformar la arquitectura financiera internacional y promover un financiamiento más equitativo y sostenible es urgente y necesaria para asegurar un futuro más próspero y justo para todos.

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