La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) alertó sobre la grave crisis humanitaria que se vive actualmente en América Latina y el Caribe debido a los crecientes flujos de desplazamiento forzado en la región. En su más reciente informe, la agencia detalló las enormes necesidades de financiación que enfrenta para brindar asistencia y protección a millones de personas desplazadas en el continente.
Según ACNUR, en las Américas convergen 5 situaciones principales de desplazamiento: la crisis migratoria venezolana, con más de 6 millones de personas refugiadas y migrantes; el desplazamiento interno en Colombia, con 7.4 millones de afectados; la violencia y pobreza en Centroamérica que expulsa a miles; la crisis sociopolítica en Nicaragua, de donde han salido cerca de 300 mil refugiados; y la inestabilidad en Haití, azotado además por desastres naturales.
En total, una de cada 5 personas bajo el mandato de ACNUR en el mundo se encuentra actualmente en las Américas. Sin embargo, la agencia advierte que la asistencia humanitaria no está llegando a quienes más la necesitan por falta de fondos. En 2022, ACNUR recibió sólo 355 millones de dólares para la región, menos que los 436 millones obtenidos el año previo. Y para 2023, aunque se requieren 827 millones, se espera obtener 277 millones, dejando una brecha de 550 millones de dólares.
«El déficit de financiación está afectando gravemente el acceso a servicios básicos y de protección para millones de personas desplazadas en las Américas», declaró Matthew Reynolds, representante de ACNUR para Estados Unidos y el Caribe. «Hacemos un llamado urgente a la comunidad internacional para que incremente su apoyo financiero a esta crisis silenciosa pero devastadora», agregó.
El informe de la agencia detalla 6 situaciones críticas que requieren fondos de emergencia antes de fin de año:
Brasil necesita 3.9 millones de dólares para instalar albergues, entregar ayuda humanitaria y apoyar la integración local de miles de refugiados venezolanos. Costa Rica requiere 9.5 millones para reforzar su colapsado sistema de asilo y brindar atención médica a solicitantes vulnerables. En El Salvador se necesitan 1.87 millones para prevenir más desplazamiento interno mediante ayuda de emergencia y programas de medios de vida.
Honduras demanda 7.4 millones para asistencia multisectorial a desplazados internos y aplicar leyes de protección. Los países del Cono Sur precisan 1.12 millones para entregar ayuda en efectivo y abrigo a refugiados vulnerables. finalmente, Trinidad y Tobago necesita 720 mil dólares para garantizar educación y salud a niños refugiados.
«Los fondos son requeridos con extrema urgencia para salvar vidas. De no recibirlos, miles de familias quedarán absolutamente desprotegidas», advirtió Juan Carlos Murillo, representante de ACNUR para México, América Central y Cuba.
El llamado de ACNUR ocurre en momentos en que los desplazamientos se agudizan en la región. Casi 250 mil personas cruzaron este año la selva del Darién desde Colombia hasta Estados Unidos, mientras los países receptores están al borde del colapso. «Es crítico que la comunidad internacional no olvide esta crisis. Debemos actuar ya para aliviar el sufrimiento y ofrecer esperanza a quienes se han visto forzados a dejar sus hogares en busca de protección», concluyó Reynolds.