La pérdida de competitividad en el sector marítimo parece acentuarse, tras conocerse un informe de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), que confirma el retiro de más de 1,000 registros de buques que portaban bandera panameña.
El informe que proviene del Departamento de Registro de Naves de la AMP indica que en el año 2022 un total de 1,126 buques de distintas empresas navieras internacionales decidieron retirar sus naves de la bandera panameña, para establecerse con el estandarte de otro país.
La situación ya había sido advertida hace casi un año, cuando el abogado Ramón Franco, especialista en el sector marítimo, vaticinó que Panamá perdería en este año 2023 el primer lugar mundial en abanderamiento de naves.
En ese entonces, el experto advirtió que «no estamos creciendo a la misma velocidad que nuestros principales competidores», lo que eventualmente, «producirá que nuestro país ya no sea el número uno en registro de naves».
Indicó que la situación se debe a que Panamá mantiene un sistema que hace muy tedioso a los navieros poner sus embarcaciones bajo la bandera del país. «Esto no hace atractivo para alguna naviera el poner sus naves bajo nuestra bandera. Países como Liberia no solo agilizaron sus trámites, sino que bajaron los costos de abanderamiento, quitándole a Panamá un importante margen de registro», apuntó.
La administración de la AMP a cargo de Noriel Araúz ha recibido fuertes y reiterados cuestionamientos por no haber adoptado estrategias para hacer más eficiente el abanderamiento de naves bajo la bandera panameña.
Junto con los cuestionamientos contra Araúz, se suman lo que se han hecho a Rafael Cigarruista, jefe de Marina Mercante, a quien se señala como principal responsable de la pérdida de naves bajo bandera panameña, al no trabajar en la planificación de fórmulas administrativas, incluyendo masiva divulgación internacional, situación que ha dejado ver sus negativas consecuencias para el país.