Juegos de manos

Que diferir el pago de 364 millones de dólares de intereses de la deuda sea calificado como un “ejercicio de creatividad financiera”, sólo demuestra el grado de irresponsabilidad con el cual se maneja al país. Semejante triquiñuela es una manifestación contundente de lo que la sabiduría popular califica como “pan para hoy y hambre para mañana” porque, aunque se reduce el gasto en 2022 maquillándose el déficit fiscal, ese pago tendrá que realizarse inexorablemente entre el 2024 y el 2026. Sencillamente, la actual administración gubernamental le sacó el cuerpo a un problema, echándolo en hombros de la que tome el control luego de las próximas elecciones.

Los equipos de gobierno venideros tendrán que vérselas con escenarios difíciles donde las complicaciones derivadas del control del déficit fiscal, los pagos de la descomunal deuda pública y las presiones impuestas por la crisis del sistema de pensiones dejarán muy poco margen para las inversiones públicas necesarias para satisfacer las necesidades básicas de la ciudadanía. Todo ello gracias a las “creatividades” inescrupulosas de quienes se mostraron hábiles únicamente para gastar a manos llenas y para disimular la realidad mediante juegos de manos y trucos contables.

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