El pasado 24 de febrero, la Federación Ucraniana de Fútbol decidió suspender de manera definitiva la temporada 2021-2022 por el conflicto bélico. El país no disfrutaba de un partido oficial del campeonato doméstico desde principios de diciembre, ya que en el momento de la suspensión se encontraba en el final del parón invernal.
Ahora, la mayoría de partidos se disputarán en la capital y no estará permitida la presencia de público hasta nueva orden por razones de seguridad. Los que no participan en este campeonato serán el Desna Chernihiv y el Mariupol, cuyas infraestructuras han sido destruidas durante la guerra.
Además, en todos los partidos se ha habilitado una sirena de emergencias que, en caso de ser activada, obligará a detener inmediatamente el partido y evacuar a los protagonistas del juego a refugios preparados en los alrededores de los estadios.
El partido que retomó la competición fue el empate sin goles entre el Shakhtar Dontesk, que lideraba el anterior campeonato con dos puntos de ventaja sobre el Dinamo Kiev, y el Metalist Kharkiv, un partido inicial que estuvo precedido por un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de la guerra y que contó con el saque de honor de un veterano herido en el conflicto. Este 23 de agosto se celebra en el país el Día Nacional de la Bandera.
El presidente de la Federación Ucraniana de Fútbol, Andrij Pavelko, destacó la importancia que ha tenido el presidente del país, Volodimir Zelensky, para el retorno a la competición. «He hablado con Zelensky sobre la importancia de que la gente se distraiga con el fútbol», declaró.
Además, Pavelko se refirió a lo que queda de temporada como un «campeonato histórico» que debía disputarse en Ucrania y no fuera. «Jugar en el extranjero habría sido un error y algo artificial», advirtió.