A golpe de pantalla.

En medio de las más graves protestas masivas de los últimos treinta años, la inoportuna fiesta de cumpleaños celebrada por la rectora de la Universidad Autónoma de Chiriquí (UNACHI), dejó al desnudo la desfachatez, el poco importa y el oportunismo que corroe a aquella institución educativa. Con la provincia y el resto del país sacudidos por airadas manifestaciones populares, la celebración de marras fue una bofetada para la ciudadanía harta del alto costo de los alimentos, las medicinas, del combustible y, sobre todo, de la corrupción y los desvergonzados excesos de funcionarios y gobernantes que disponen de las estructuras y los fondos estatales para su propio disfrute y beneficio.

Como si no fueran ya suficientes desatinos, hace un par de días la nación fue sorprendida con una nueva acometida desde la polémica casa de estudios: el borrador de un anteproyecto de ley para la creación de un canal de televisión que estaría representado por la señora Medianero de Bonagas y dirigido por su subalterno, el decano de la Facultad de Comunicación. Esta nueva aventura significaría un desembolso inicial de un millón 500 mil dólares, que saldría de las arcas nacionales, es decir, del bolsillo de todos los panameños.

En verdad es sorprendente el grado de desconexión que demuestran las autoridades de aquella institución educativa y la suprema indiferencia de la que hacen gala ante la peligrosa convulsión social que aún mantiene en ascuas al país. Las mayorías ciudadanas luchando contra condiciones sociales que atentan contra la estabilidad nacional y una pequeña banda, enquistada en la UNACHI, proponiendo proyectos que, por inoportunos, resultan repulsivos y provocan justificadas sospechas.

Comparte esta Noticia
Escribir Comentario