«Los datos muestran cuántos niños envió el Gobierno de (el expresidente de Estados Unidos) Donald Trump erróneamente a condiciones peligrosas en México, muchos de ellos todavía allí un año después de que el presidente Joe Biden asumiera el cargo con la promesa de poner fin a este programa», ha alertado la investigadora de Derechos Humanos Ari Sawyer.
Según detalla la organización, algunos de estos menores pudieron volver a ingresar a Estados Unidos entre febrero y agosto de 2021, durante los primeros meses de la Administración Biden, cuando el mandatario canceló el programa. Sin embargo, las autoridades detuvieron el proceso en agosto, dejando atrás a más de 15.000 niños.
«Con los esfuerzos para rendir cuentas y procesar a esos niños y sus familias detenidos por tiempo indefinido, la Administración Biden ha dejado varados a los solicitantes de asilo vulnerables y debería revertir el rumbo de inmediato», ha señalado Sawyer.
Por su parte, la administración defendió que reinició el programa en diciembre para cumplir con una orden judicial federal y desde entonces ha reinstalado a más de 330 adultos, pero a ningún niño. Sin embargo, la administración ha enviado familias con niños a México y otros países en más de 145.000 ocasiones amparándose en otra medida «abusiva» contra el asilo, la política de expulsión fronteriza del Título 42.
Desde enero de 2019 hasta comienzos del años pasado, más de 71.000 solicitantes de asilo fueron incluidos en ‘Permanecer en México’, que permite a los oficiales fronterizos de Estados Unidos enviarlos a México mientras sus solicitudes son adjudicadas en los tribunales de inmigración estadounidenses.
Los migrantes solicitantes de asilo en México, a menudo, no pueden mantenerse por sí mismos o acceder a los servicios básicos –como refugio, alimentos, agua, transporte seguro o atención médica– y tampoco cuentan con los recursos suficientes para hacer frente o evitar los abusos de los cárteles.
En este punto, HRW ha puesto de manifiesto que, en numerosas ocasiones, las familias han hecho que sus hijos crucen ellos solos la frontera, pues consideran que es la mejor opción para el futuro de los menores.
Además, considera que el programa ha agravado las fallas ya existentes del sistema judicial de migración de Estados Unidos, que ahora tiene «el mayor retraso en la historia». Cuatro de cada cinco niños que fueron colocados en el programa no tenían abogado, según los datos de Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC).
La gran mayoría de los niños colocados en Permanecer en México proceden de los países del Triángulo Norte. Entre los hondureños y guatemaltecos –nacionalidades más comunes entre los migrantes durante la era Trump–, casi el 40 por ciento eran niños. Además, uno de cada tres salvadoreños incluidos en el programa era menor.
Por otro lado, HRW ha denunciado que una gran cantidad de órdenes de deportación se emitieron en ausencia, o cuando los solicitantes de asilo no asistieron a sus audiencias en el tribunal de inmigración. En algunos casos estas ausencias de debieron a secuestros o porque los migrantes se habían escondido tras sufrir episodios violentos.
Finalmente, la organización ha aseverado que todos los solicitantes de asilo incluidos en el programa ‘Permanecer en México’, deben poder volver a ingresar a Estados Unidos hasta que se resuelvan sus solicitudes de asilo.
«La Administración Biden está dejando a los niños en peligro a sabiendas (…) Debe reanudar de inmediato la reducción de ‘Permanecer en México’ y dar a todos una oportunidad justa de buscar asilo en las fronteras de Estados Unidos», ha zanjado Sawyer.
EUROPA PRESS