Esperanza para el cáncer metastásico

Desigualdad en el acceso a las vacunas empaña un 2021 que ha dado esperanza a pacientes con cáncer de mama

Foto de Anna Shvets en Pexels

El año que se acaba, el segundo de la pandemia, ha estado marcado en todo el mundo por el proceso de vacunación contra la Covid-19, el más masivo de la historia de la humanidad, pero que, a su vez, ha evidenciado la desigualdad entre países. Más allá de la Covid, en 2021 el mundo ha sido testigo de la aprobación de un novedoso fármaco frente al cáncer de mama metastásico y del reconocimiento de los científicos David Julius y Ardem Patapoutian, galardonados con el Nobel de Medicina.

En lo que respecta a la inmunización frente a la Covid-19, la mayoría de los países empezaron a vacunar a finales de año. Si bien Estados Unidos y Reino Unido comenzaron su estrategia a principios de diciembre, la fecha elegida en la Unión Europea fue el 27 de diciembre, cuando se comenzó a inocular el suero de Pfizer/BioNTech, la primera vacuna aprobada pocos días antes por la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés).

Poco después, el 6 de enero, la EMA autorizaba la vacuna del laboratorio estadounidense Moderna, a la que se unirían otras aprobaciones como AstraZeneca, el 29 de enero, y Janssen, el pasado 11 de marzo. La última, Novavax, se aprobó el pasado 20 de diciembre. Aproximadamente, en esas mismas fechas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluía estas vacunas en su lista de uso de emergencias.

Sin embargo, mientras el mundo occidental se vacunaba, se observaba una clara desigualdad con respecto a los países de bajos ingresos, que, a mediados de julio, aún no habían vacunado ni siquiera a su personal sanitario. Era el caso, sobre todo, de la mayoría de los países africanos y algunos de América Latina.

Tanto es así que el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, alertó en agosto de que en los países ricos ya se estaban administrando 100 dosis por cada 100 personas. «Mientras tanto, los países de bajos ingresos inoculan 1,5 dosis por cada 100 personas debido a la carencia de vacunas», lamentó Tedros, que instó a los países ricos a donar dosis a través del mecanismo COVAX.

Es por ello que, en aquel momento, la OMS también hizo un llamamiento a los países de altos ingresos para pedir retrasar la inoculación de las dosis de refuerzo, de las que ya empezaba a hablarse para completar la inmunización de mayores y personas inmunocomprometidas, hasta finales de septiembre. El propósito era llegar a finales de dicho mes con el 10 por ciento de la población mundial vacunada y, en diciembre, que todos los países hubieran vacunado al 40 por ciento de su población.

Sin embargo, 2021 acaba este viernes y no se ha conseguido tal propósito, tal y como adelantó el propio Tedros en rueda de prensa este miércoles. «92 Estados miembros, de 194, no alcanzaron el objetivo del 40 por ciento, que era factible. Esto se debe a una combinación de suministro limitado que va a los países de bajos ingresos durante la mayor parte del año y a que las vacunas llegan cerca de la caducidad y sin piezas clave como las jeringas», criticó, para calificar este hecho como «vergüenza moral».

Nuevas variantes de la Covid-19

En este sentido, Tedros ha venido insistiendo, a lo largo de todo el año, en la idea de que, mientras queden países sin vacunar, van a seguir apareciendo nuevas variantes de la Covid-19 que dificultarán el fin de la pandemia.

Es lo que ocurrió en el mes de mayo con la extensión de la variante Delta, mucho más contagiosa que el virus original y que, en poco tiempo, se convirtió en la dominante a nivel mundial. Por otro lado, a finales de noviembre, la OMS denominaba «Ómicron» a una variante identificada por primera vez en Sudáfrica, caracterizada por ser incluso más contagiosa que Delta y que, probablemente, se convertirá en la mayoritaria en todo el mundo próximamente.

Más alla de la Covid-19: El Nobel de la medicina

Pese a que sonaban los nombres de los descubridores de las vacunas contra la Covid-19 como posibles ganadores del Premio Nobel de Fisiología y Medicina 2021, finalmente fueron los científicos David Julius y Ardem Patapoutian los galardonados de forma conjunta por sus «descubrimientos de los receptores de la temperatura y el tacto».

Julius ha utilizado la capsaicina, un compuesto picante del chile que induce una sensación de ardor, para identificar un sensor en las terminaciones nerviosas de la piel que responde al calor. Por su parte, Patapoutian ha usado células sensibles a la presión para descubrir una nueva clase de sensores que responden a estímulos mecánicos en la piel y los órganos internos.

De esta forma, sus descubrimientos responden a la pregunta sobre cómo se convierten los estímulos térmicos y mecánicos en impulsos eléctricos en el sistema nervioso.

Esperanza para el cáncer metastásico

2021 también ha sido un año de esperanza para otras enfermedades, como el cáncer de mama, para cuyo tratamiento se ha aprobado un innovador fármaco, ‘Enhertu’ (trastuzumab deruxtecán), de Daiichi Sankyo, indicado para el cáncer de mama metastásico HER2 positivo.

En concreto, ‘Enhertu’ frena la progresión de la enfermedad en un 75,8 por ciento de las pacientes a los 12 meses y logra que la evidencia del tumor desaparezca en el 16 por ciento de los casos. Al respecto, los expertos han aclarado que «desaparecer» no es sinónimo de «curación», sino que se refiere a que el tumor «se cronifica», lo que permite mejorar la calidad de vida de estas mujeres.

Los primeros resultados se presentaron en la sesión presidencial de ESMO Congress 2021, de la mano del estudio ‘DESTINY Breast-03’. Estos datos se circunscriben a pacientes de cáncer de mama HER2 positivo; en concreto, a pacientes pre-tratadas, es decir, con metástasis y en las que el resto de tratamientos no ha funcionado. Así las cosas, este fármaco da a estas pacientes dos años de control de la enfermedad, frente a los 6-7 meses actuales.

EUROPA PRESS

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