Cierres de calle, vandalismo, robos y protestas, son algunas de las medidas que ha tomado el pueblo panameño para presionar al Gobierno, como forma de lucha, por el alto costo de la vida, en medio de una crisis económica producto de la COVID-19.
Durante las últimas semanas, la clase trabajadora mostró un descontento general en el país, por el aumento del precio de los alimentos, el combustible, la falta de empleo formal, las Reformas Electorales y la corrupción.
Así lo dio a entender la socióloga Berta Espino y agregó que “en Panamá hay un cúmulo de situaciones con reacciones negativas, que muchas estaban suprimidas debido al confinamiento, pero ahora, al regresar a la normalidad, todo comienza a estallar y esperan respuestas inmediatas del Gobierno”.
Realidad
Apoyando la tesis de cúmulo de reacciones negativas ante tantos problemas, para hoy el Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares (Suntracs), anunció para hoy, piqueteos en distintos puntos del país, además de un encuentro de Dirigentes Sindicales en el auditorio José Dolores Moscote de la Facultad de Economía de la Universidad de Panamá.
Mientras que, en Colón, se anunció que la huelga de transporte, apoyada por personal del Hospital Dr. Manuel Amador Guerrero, se extenderá por 48 horas y los dirigentes están exigiendo la presencia del presidente de la República Laurentino Cortizo.
Ayer, las enfermeras protestaron, solicitando el pago de los salarios adeudos, mientras el ministro de salud, Luis Francisco Sucre, admitió que ellos han pagado, pero cuentas que vienen pendiente desde 2014 y que les han pagado las horas extras hasta el mes de agosto.
Crisis
Los problemas económicos que se viven en el país, tras la aparición de la COVID-19, han llegado a un punto insostenible para la clase trabajadora.
Lo más difícil para el Gobierno, es que además de los problemas ya mencionados, aún les falta entrar a discutir el tema del aumento del salario mínimo, toda vez que el Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (CONATO), dijera que ellos no van a renunciar al derecho constitucional de mejorar el cobro por trabajos.
“No lo quieren aceptar muchos, pero Panamá es un Estado fallido aunque sea moderado”, manifestó el fundador del Partido Panameñista Jorge Gamboa Arosemena.
Futuro incierto
Para el analista financiero Carlos Rodríguez lo que se le viene al pueblo panameño no es nada fácil de sobrellevar o manejar, si no se cuenta con los recursos económicos necesarios.
“El Gobierno dio una moratoria para los préstamos personas e hipotecarios, pero en ningún momento congeló los intereses. Al terminar el periodo de gracia, aquellos que están subsistiendo de forma informal, ahora no solo deben pagar la letra regular, sino también, ir abonando un dinero extra para bajar poco a poco el monto de los intereses”, sostuvo Rodríguez.
También agregó que la frase que nadie perderá su vivienda, dicha por el presidente, quedó en el olvidó. “Las medidas de restricciones han desaparecido, pero así mismo se esfumaron los trabajos, los ingresos económicos a los hogares panameños y por el contrario, solo hay deudas que cumplir. Este estado de crisis, el pueblo no lo va a resistir más”.
El Ejecutivo
Los puntos más afectos por los cierres de calles y protestas fueron La Gran Terminal Nacional de Transporte en Albrook, Panamá Oeste, Coclé, Panamá Norte, Este, Colón, San Miguelito, entre otras, siendo esta una de las mayores presiones contra el Ejecutivo desde que Cortizo asumió la presidencia del país.
